Seth
Es un antiguo dios, originario de Nubt (Ombos), que posteriormente fue considerado deidad del desierto, uno de los dos ambientes que constituyen Egipto, que recibió como herencia de Geb. Venerado, temido y odiado por su cualidad de protector-destructor. Seth desempeñó el papel de hermano envidioso, representante del mal, al integrarse en el mito osiriaco, e incrementarse la devoción y popularidad al dios Osiris.
Durante el Imperio Nuevo se le consideró benévolo, siendo patrón de las armas, la guerra y de la producción de los oasis, haciéndose popular porque podía sembrar la confusión y la discordia entre los enemigos de Egipto.
Seth fue asociado con las tormentas de arena, como dios del desierto, y protector de las caravanas que surcaban el país de los faraones. Debido a la extrema hostilidad del clima desértico, Seth era visto como extremadamente poderoso, por lo tanto como una deidad principal.
Pese a ser considerado la antítesis de Osiris, muchas de sus acciones se deben más a su anormal fuerza y carácter que a su maldad. El asesinato de su hermano fue motivado por envidia, dado que en el reparto Seth recibe de Geb el terreno desértico, mientras que a Osiris le hace señor del Egipto fértil. Fue exiliado al desierto por su sobrino Horus, hijo de Osiris, en venganza por el asesinato de su padre.
Mientras que desde un principio se le acusa de ser el causante del robo del Sol y de traer la oscuridad se le considera un ser protector del faraón al final de la dinastía II, y durante la dinastía XV; a partir del Imperio Nuevo, también dios de la guerra y del ejército (dinastía XIX), aunque por breve tiempo.
También es el encargado de proteger la barca solar de Ra (el dios egipcio que simboliza al Sol), que desde la proa, combate diariamente a la temible serpiente Apofis.
Pido a Morrigan mitologia Celta