Tras dos años en la cocina, la Fundación Tony Manero presenta Pandilleros, concebido como la banda sonora de una película inexistente y un homenaje a la música funk en el celuloide.
Pandilleros es el título de una historia aparecida en la mítica revista pulp de serie negra ¡Atraco! publicada en España en los primeros años 80. Planteada como un melodrama de barrio, el relato narraba la historia de dos hermanos crecidos en un barrio del extrarradio de Barcelona, en la época en que la droga, la degradación y la delincuencia eran un paisaje habitual en las ciudades del estado. En este ambiente realista se desarrolla un drama urbano con todos los ingredientes de un buen thriller: un triángulo amoroso, un malo muy malo, el conflicto entre hermanos, las peleas, la delincuencia, las persecuciones y un final explosivo que cambia la vida de los protagonistas.
Esta historia fue recuperada por Lalo López y la Fundación Tony Manero, que creó a partir de ella una banda sonora como si de una película se tratase. 26 canciones separadas en cuatro actos en las que podemos encontrar múltiples colores, atmósferas, instrumentaciones, y un amplio abanico de influencias musicales y cinematográficas. Desde West Side Story, Perros Callejeros, o The Warriors y el cine Blaxpotaition en lo fílmico, a Lalo Schifrin, Quincy Jones, Isaac Hayes, Curtis Mayfield, Ennio Morricone, el sonido Motown , y hasta la rumba o el flamenco en lo musical.
Un disco repleto de soul, de funky explosivo, de sonidos r’n’b, de música de película y de mucho sentimiento. Una experiencia sónica en la que el oyente verá la película en su cabeza a la vez que escuche la música, música para ver.
Los Manero han ido en éste trabajo más lejos que nunca. Y es que las letras y el marco de la historia están inspiradas en referentes reales y próximos a sus miembros: Sanjatan, el barrio en que ocurre el drama, es San Genís dels Agudells, barrio del extrarradio barcelonés en el que han crecido varios integrantes de la banda y que siempre ha estado presente en su historia. Las experiencias y inspiración para caracterizar a los personajes y los ambientes se han fraguado en entrevistas y charlas, en anécdotas reales y recuerdos de toda una vida. Se trataba de hacer una obra emotiva y personal, y el resultado es Pandilleros, un melodrama de barrio, una película, una banda sonora, un musical, un cómic de serie negra, un espectáculo. ¡Pura Fundación Tony Manero!
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