Mala cosa... Al final decidí fumigar toda la casa menos el baño, que está más apartado y con ventana que da al patio, así que tienen bastante comida. He descubierto que los líquidos limpiadores no les hacen daño, porque suelo limpiar las paredes con ellos y no se dan ni por enteradas. A todo esto, en el baño hay dos grandotas y una nueva, pequeñita. Va creciendo la familia. Están hermosas. En el patio he encontrado unas potonas gigantes, espantosas. Al parecer se trata de alguna Steatoda o falsa viuda negra. Pican, y la picadura es dolorosa, pero no tan peligrosa como la de las viudas verdaderas. Lo bueno es que son tímidas así que mientras no las hueveen es difícil terciarse con una, y además son excelente control de plagas (había llegado una invasión de tijeretas, que me revientan, y las exterminaron). Pero igual son bien horrendas las pobres. Si se mete una a la casa, zapatazo. O mejor dicho, grito al mono para que las extermine de un zapatazo, yo no lo hago nica.