Porque es el problema de ser humano. Los ideales que queremos seguir exigen de nosotros un esfuerzo constante. Incluso aquellos que se jactan de ser no creyentes y por ello de ser consecuentes y buenas personas, a la vista de los demás no lo son e incluso podrían ser, por su declaración, mentirosos. La búsqueda del sumo bien, la verdad absoluta, la felicidad, es algo que todos hacemos pero no logramos y mientras nos equivocamos una y mil veces y a su vez una y mil veces seguimos buscando. El ser creyente sólo permite tener un faro que nos indica qué buscar y un camino para hacerlo, pero no asegura que lleguemos a encontrarlo por completo, al menos en esta vida. el no creyente busca lo mismo pero no tiene esa ayuda, por lo que es él mismo el que deberá diseñarse un camino para seguir. ¿Qué es mejor? Para mi, la primera opción, pues tantos años la humanidad no puede estar tan perdida. Y si así fuera, más fácil es perderse cuando uno mismo es el faro y quien lo sigue. Cada uno elige, pero esta opción es personal.