Una vez en 2004, un amigo posteó en un foro una foto del iMac G5, que recién había salido. Hasta entonces no tenía mucha idea de Apple ni nada del estilo, el mismo prejuicio típico que eran computadores raros y caros. Pero ese diseño me pareció increíble. Al año siguiente salí de la universidad y mi mamá, como celebración, me regaló uno. Como ya estaba interesado, había empezado a aprender todo lo posible relacionado con el sistema operativo así que cuando lo empecé a usar no tuve ningún problema (no tuve mayores sorpresas agradables, ahora que lo pienso, pero también las hubo). Después tomé de nuevo el curso de programación en la universidad y aprendí a programar para mac.
Post in memoriam, el imac murió en marzo de este año. Ahora un lindo mini ocupa su puesto.