Jump to content

buscandome

Warianos
  • Posts

    1,695
  • Joined

  • Last visited

  • Days Won

    23

Everything posted by buscandome

  1. CAPÍTULO 142 - AL OTRO NO HAY QUIEN LE CAMBIE -CUANDO LA PAREJA ESTÁ DESCOMPENSADA- Este es el capítulo 142 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER Lo de “ya es tarde para que yo ahora cambie” es una excusa de personas que llevan mucho tiempo en la misma relación o muchos años de vida. Hay una infructuosa rendición en ello -o una subordinación y renuncia total- y hay también mucho desencanto y mucha tristeza en el reconocimiento de la realidad de la frase. No hay que confundir “cambiar” –que siempre ha de ser una decisión personal y nunca una imposición externa, porque eso haría que uno se sintiera incómodo con el cambio obligado- con “adaptarse”. Adaptarse es cuando uno deja de ser como está siendo, o renuncia a ciertas cosas personales, solamente para complacer al otro, por la buena marcha de la relación, o porque no queda otro remedio que hacerlo por otras razones. En ocasiones uno se adapta a lo que sea, aunque no sea de su agrado. Pero el cambio efectivo, el cambio que se mantiene y perdura –porque no hay una revolución dentro que siga protestando- es el cambio que se hace por voluntad propia, bien por algún descubrimiento personal o porque el otro le ha hecho ver que sería interesante para ambos ese cambio. Hay que tener cuidado cuando se plantea un cambio, porque si se va a dejar un modo –de ser, de pensar, de manifestarse- por otro modo distinto, que tampoco es el modo natural ni es la naturaleza auténtica, quien lo haga antes o después se dará cuenta de que sigue sin ser él mismo, que está interpretando un papel –que siempre crea mucho desasosiego por la falta de verdad-, y eso le llevará a una insatisfacción personal seria. Grave. El cambio ha de apuntar hacia la posibilidad real de Ser Uno Mismo, tras un previo Proceso de Descubrimiento y Desarrollo Personal, o bien porque una reflexión clarificadora ha descubierto que uno, cuando es él mismo, sin condicionantes, sin miedos, sin imposiciones ajenas, del modo natural, realmente es quien quiere ser y de esa manera también es agradable al otro miembro. Estoy convencido de que hasta en el último minuto de vida existe la opción de hacer modificaciones. Ese “ya es tarde” es, en casi todas las ocasiones, una excusa. Nunca vas a ser más joven de lo que eres en este mismo instante en que estás leyendo esto. Tan obvio como tajante. Cada día aporta una maravilla extra: la opción de comenzar todo de nuevo, de modificar las cosas que no satisfacen, de rechazar las cosas que desagradan, de iniciar un nuevo rumbo, de adquirir un punto de vista distinto, una nueva opinión acerca de las cosas, y de hacer realidad los propósitos deseados. Cada día, cada minuto, cada instante, puede ser el primero del inicio de otro porvenir, o de otro futuro fruto de otro presente. En “ya es tarde para cambiar” pueden esconderse la pereza, la falta de ánimo y voluntad, la tristeza y el pesimismo, la depresión y la cobardía. Sólo es tarde para los que ya han muerto. Estamos dotados de la capacidad y la posibilidad de hacer transformaciones que resulten favorables. Estamos legítimamente autorizados para procurarnos felicidad. Tenemos la responsabilidad sagrada y divina de hacer de nuestra vida una vida digna y satisfactoria. Y cualquier momento es bueno para volver a empezar. SUGERENCIAS PARA ESTE CASO: - Nunca vas a ser más joven de lo que eres en este mismo instante en que estás leyendo esto. Lo que tengas que hacer o lo que quieras hacer, hazlo ya. - Quien sienta que tiene que hacer cambios, que los haga. Será el principal beneficiario de ellos. Si el cambio va a afectar positivamente a la relación, mejor todavía. - Si “al otro no hay quien le cambie” es un inconveniente importante, se puede valorar la posibilidad de cambiar al otro… o sea, cambiarlo por otro. Por otro que sí sea como uno desea o necesita que sea. Francisco de Sales Si le ha gustado este artículo ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. Gracias.
  2. CAPÍTULO 141 - ESTAR SÓLO POR INTERÉS -CUANDO LA PAREJA ESTÁ DESCOMPENSADA- Este es el capítulo 141 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER Esto es tremendo. Y grave: emparejarse sólo por interés. Soy capaz de llegar a comprender que, en ciertos casos desesperados, una persona se empareje solamente porque el otro le va a aportar una economía o unas condiciones de vida que por sí misma no puede alcanzar. Comprendo su decisión en este caso. Lo comprendo, perfectamente, y quien tenga que llegar a ese extremo –nada agradable- cuenta con mi conmiseración y mi abrazo más grande y más sentido; cuenta con mi hombro, con mis mejores deseos, y con mi corazón abierto. Entiendo que no será nada fácil. Soy capaz de imaginar perfectamente sus conflictos, la ausencia de amor en su corazón descorazonado, su necesidad de comprensión por ese acto desesperado, su encogimiento ante la vida, su rendimiento y su renuncia, y lo que ha tenido que sufrir para llegar a ese extremo. En cambio, me cuesta más comprender a quien pudiendo buscarse la vida por sí mismo, por sí misma, de un modo honrado, se empareja con otro solamente porque le va a pagar sus caprichos, o porque le va a dar una vida con más comodidades y lujos. Sí lo puedo comprender, pero tengo que hacer un esfuerzo. Aunque admito casi todo en la vida, no puedo dejar de suponer que esto es una forma de prostitución disfrazada de otra cosa. Si una persona finge ante la otra persona un amor que no siente, y se compromete a una relación de pareja solo para beneficiarse de bienes materiales, es mejor que lo tenga muy claro –y que sea muy hábil con los engaños-, porque, si no es así, antes o después, la otra parte se dará cuenta y se deshará de ella, y, además, existe la posibilidad de que un día se mire frente al espejo y no sea capaz de soportar la mirada que éste le devuelve, y se duela por no encontrar respuesta a la sinceridad de las preguntas que su honradez le haga: ¿qué has hecho con tu vida?, ¿te compensa haber renunciado a una vida con amor?, ¿no te avergüenzas de ti misma? Emparejarse por intereses es una opción posible si supera las trabas de la dignidad y el decoro, pero es una opción que posiblemente no soporte todos los momentos de sinceridad. Es admisible si es un acuerdo que ambos han convenido. Puede que para el otro sea una transacción interesante tener a su lado compañía o sexo –aunque sea con pago encubierto-, y otros beneficios añadidos, a cambio de su dinero. Quien lo haga, sus razones tendrá. Y espero que, por lo menos frente a sí misma, sean sólidas. Y espero que no olvide que existe la opción de emparejarse por amor, aunque pueda ser tal vez con menos ventajas económicas. Y que tampoco olvide el dicho: “más vale estar solo que mal acompañado”. SUGERENCIAS PARA ESTE CASO: - Quien quiera tener una relación en la que solamente está por interés está en su derecho de hacerlo. Sólo tiene que tener cuidado de que su conciencia esté en paz. Francisco de Sales
  3. CAPÍTULO 140 - ÉL NO ES MALO, LO QUE PASA ES QUE ES ASÍ. -CUANDO LA PAREJA ESTÁ DESCOMPENSADA- Este es el capítulo 140 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER Ya hemos visto varios “errores” en las relaciones que son imperdonables. Este también es de los grandes. Creerse esta frase es auto-engañarse, y auto- engañarse es un pecado tan grave como inaceptable. Cuando una persona se da cuenta de que el otro, o la otra, no es lo que aparentaba –porque ya lo ha demostrado en muchas ocasiones-, y no se ve una intención firme por la otra parte de modificar su comportamiento, es el momento inaplazable de aceptar la realidad, llamar a las cosas por su nombre, y dejar de jugar con la mentira de que “no es malo, lo que pasa es que tiene esos arranques…”, o “él no es así, será que tiene un mal día…”, “pobre, es que tiene muchos problemas y con alguien lo tiene que pagar…” “Si él es así”, que lo sea, pero que lo sea él solo, y que una no tenga que soportar los daños que provoca su modo de ser. No conviene confiar mucho en que cambiará por la buenas, en que un día se levantará transfigurado y será distinto y perfecto, porque eso no pasa así, ni por las buenas ni por efecto de algún milagro. Si ya se le ha hecho una advertencia seria de lo que puede provocar con su actitud y no lo enmienda inmediatamente, es el momento oportuno de pensar muy seriamente en tomar una decisión. Qué decisión tomar es algo personal. Aunque es muy evidente. La más lógica parece ser abandonarle, sin ningún cargo de conciencia, teniendo la tranquilidad de haberle dado oportunidades, y aceptando sin dolor que es responsabilidad de él lo que le suceda, o teniendo la clara comprensión de que el otro puede estar viviendo una experiencia personal por la que tiene que pasar y, a partir de este momento, en soledad o en otra compañía. Lo que hay que evitar por todos los medios es ser víctima y resultar perjudicada. Por respeto a una misma, porque nadie se merece un maltrato físico o psicológico, ni un menosprecio o el sufrimiento, y por dignidad personal. Si una persona se encuentra en una situación en la que soporta un maltrato, y va a seguir tolerándolo –cosa que es una aberración-, sería conveniente que revisara si de algún modo lo tolera porque cree que es merecedora de ello. Averiguar si esa es la razón verdadera por la que sigue. Y si es así, la recomendación es que busque un asistente social o un profesional de la psicología que le ayude a dejar la relación y a comprender que ninguna persona es merecedora de maltratos. SUGERENCIAS PARA ESTE CASO: - Es inaceptable una relación donde se recibe sufrimiento y no amor. - El auto-engaño en la relación es contraproducente. Es sólo perjudicial. - Si la otra persona no se comporta del modo adecuado y ya se le ha advertido y se le ha dado una oportunidad y no cambia… no es necesario darle mil oportunidades. Francisco de Sales
  4. LOS NUEVOS MANDAMIENTOSvideo:https://www.youtube.com/watch?v=0_-JKVHkp8s
  5. CAPÍTULO 139 - AMAR A UN HOMBRE O A UNA MUJER SIN SER CORRESPONDIDO. -CUANDO LA PAREJA ESTÁ DESCOMPENSADA- Este es el capítulo 139 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER Si un hombre no le ama a una, o una mujer no le ama a uno, se acepta, se asume, se llora un poco si hace falta, y se le borra de la mente y del corazón. Sin más. Esa es la actitud adecuada, aunque casi nunca es la más fácil. Empeñarse en querer que una relación sea lo que no es, es absurdo y contraproducente. Y ese empeño, si se persiste en él, sólo acarreará conflictos y disgustos. Cuando en el amor no suceden las cosas tal como uno quisiera, no se es el elegido por el otro, no se ocupa y llena su corazón, uno no será quien comparta sus noches y su vida…duele. Duele cuando uno se había creado una fantasía de cuento, cuando uno se había hecho injustificadas ilusiones. La ilusión no contiene ni un ápice de realidad, solamente es un auto-engaño que proviene de la propia imaginación –que no entiende de límites ni de imposibilidades- y es nada más que una esperanza atractiva cuyo cumplimiento aportaría una satisfacción. Una utopía. La realidad es que en ocasiones el destinatario de ese amor idealizado o inventado, no ofrece lo mismo a cambio. No siente ni desea igual. El amor no se puede imponer. A nadie se le puede obligar a que ame, porque el amor no se forma a partir de exigencias ni empeños ajenos, ya que no se puede crear mentalmente sin sentimientos, ni nace espontáneamente para satisfacer los intereses de otro. Es un asunto de los sentimientos y estos no admiten órdenes que no sean dictadas expresamente por el corazón. Pero hay personas que desafían toda lógica, toda sensatez, y hasta la propia realidad, y se imponen amar a quien no les corresponde con su amor, aunque ello sólo les proporcione, a cambio, desamor y dolor. Si una mujer se obceca y obsesiona con un hombre, o un hombre con una mujer, y comprueba que el otro no le ama siendo tal como es, o no le atrae tal como es, en su absurda e inadmisible desesperación es capaz de llegar a ser quien el otro quiere que sea con tal de que ser querido. Y eso es un gravísimo error de trágicas consecuencias. Si alguien entra en ese catastrófico juego, renunciará a lo que debiera ser irrenunciable: Ser Uno Mismo. Y renunciará a llegar a ser querido por ser, precisamente, uno mismo. Antes o después, un día comprobará afligido que estar fingiendo ser quien no es, y estar representando un papel que no ha sido escrito para él, no compensa. Quien compruebe que tiene esta tendencia que sea muy consciente de que es posible que esté estableciendo una relación de dependencia hacia la otra persona y que estas dependencias muy a menudo acaban siendo tóxicas y muy dolorosas. En estos casos es conveniente contactar con un psicólogo. Si alguien hace cualquier cosa para mantener a una persona a su lado, aun sabiendo que no es amado, eso no es amor sino que es falta de Amor Propio. Y comprar un sucedáneo de amor a cualquier precio siempre es pagar un precio disparatado. SUGERENCIAS PARA ESTE CASO: - El amor no se puede imponer. A nadie se le puede obligar a que ame. - El amor Propio está por encima y por delante de la desatención que aporta la persona idealizada que no ama. - Hay que tener cuidado de no caer en una relación de dependencia por amar a otra persona sin ser correspondida. - El algunos casos, conviene que el corazón hable con la mente y le pida consejo o asesoramiento. En estos casos la cordura es muy necesaria. Francisco de Sales
  6. YA NO SOMOS NOSOTROS Cuánto dolor entre el principio y el final. Donde florecían sonrisas ahora se sepultan tristezas. El brillo de los ojos desapareció y en su lugar queda una mirada de piedra; una esperanza incurable y una noche que no acaba se alternan, a cuál más triste, a cuál más apagada, dejándome maltrecho y a cargo de un corazón muerto. Ya no somos nosotros. Desapareció el plural que nos unía y ya sólo somos uno y uno, líneas divergentes, caminos irreconciliables, ni siquiera el eco apagado de lo que fue. Tú. Yo. Ni siquiera tú y yo. Y nada de nosotros. Francisco de Sales
  7. ¿LAS COSAS SON LO QUE SON O LO QUE CREEMOS QUE SON? En mi opinión, últimamente se está hablando bastante, y con razón porque es interesante, de los condicionamientos que nos impone el hecho de que no sepamos ver con objetividad cada cosa y cada vez como si fuese la primera por eso de haberle pegado una etiqueta a cada cosa en algún momento y seguir leyendo siempre lo mismo que escribimos. Eso aparenta ser cómodo y hasta útil en algunas ocasiones, pero… el hecho de que nos limitemos a leerla sin actualizarla, nos condena a estar creyendo que pensamos lo mismo que pensábamos de las cosas el día que la escribimos. Y eso es un error. Grande. Porque nosotros vamos evolucionando, unos de un modo consciente, otros inconscientemente, y ya no somos aquel niño que tuvo siete años –y escribió una etiqueta con su letra infantil y poco inspirada- ni la jovencita quinceañera que todo lo escribía con bolígrafos de tinta color rosa. Aquello que en un momento pensamos que era “malo” –por ejemplo- y entonces lo etiquetamos como tal, ahora es posible que desde la comprensión y el conocimiento, desde la empatía y la objetividad, pueda verse que sólo está “medio mal”, o incluso puede ser que hayamos llegado a la comprensión de que estaba “bien” –aunque no nos gustase- o que, simplemente, era algo que tenía que suceder y sucedió. Pero… si seguimos leyendo “malo” cada vez que nos centramos en aquel suceso, y si seguimos leyendo y creyendo “malo” cada vez que vivimos algo similar, nos estaremos engañando y perjudicando. Por lo tanto… ¿las cosas son lo que son o lo que creemos que son? Llevamos incorporados unos implacables enemigos en nuestra mente: creencias obsoletas, limitaciones, errores en los que insistimos, frustraciones, el fanatismo, la desinformación, los condicionamientos…y con todas estas cegueras y deformaciones e intransigencias pretendemos ver las cosas como realmente son. Es una tarea imposible. Será bueno que revisemos las etiquetas que hemos puesto a cada cosa porque no siempre reflejan la realidad, sólo indican nuestra opinión del momento que las hicimos. Y no siempre coinciden ambas cosas. Y siempre tiene la razón la realidad y no nosotros. Es conveniente aplicar la empatía en estos casos, porque poder tener ese tipo de contacto, comprendiendo a la cosa o la persona o a la situación, saliéndonos de nuestro habitual punto de ver y clasificar, y añadiéndola a la objetividad, a la honradez, a la justicia, a la serenidad, nos permitirá tener una altura desde la que se ven las cosas como realmente son. Cuando a un niño se le dice que todas las flores son flores ya no las observa una a una, no se interesa en cada colorido o aroma particular, porque en su etiqueta ha puesto “flor” y ya las engloba todas en el mismo grupo, y ya da por supuesto que sabe lo que son, aunque no las conozca todas y quizás sólo sepa de ellas lo justo para distinguirlas de las ballenas. Las etiquetas que hemos puesto a las cosas, a las personas, a las situaciones, necesitan ser revisadas y muy posiblemente actualizadas, aunque sería más interesante no ponerlas y dejar que cada cosa, cada persona, cada situación, se presenten cada vez como si fuese la primera; eso nos daría la oportunidad de sorprendernos, de ser más imparciales y atinados. Y nos permitiría seguir evolucionando libremente, porque las etiquetas nos limitan e impiden que desarrollemos adecuadamente esa tarea grandiosa que es el Desarrollo Personal. Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales Si le ha gustado este artículo ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. Gracias.
  8. CAPÍTULO 135 - NO IR EN IGUALDAD DE CONDICIONES A LA RELACIÓN -CUANDO LA PAREJA ESTÁ DESCOMPENSADA- Este es el capítulo 135 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER Este asunto ya es muy repetitivo. Se da en demasiadas ocasiones. Sucede, sobre todo, en países donde la cultura machista está muy extendida, o donde la mujer no tienen acceso a una buena educación o a tener una profesión que le permita mantenerse por sí misma, y se repite continuamente en mujeres con baja autoestima, en mujeres que ya han sufrido un abandono o una ruptura sentimental –y no quieren volver a pasar por el trance-, y en las que consideran como un inconveniente que las minusvalora el hecho de que no son muy agraciadas físicamente o que ya son un poco mayorcitas. Estas mujeres, en algunos casos, ven la relación como un modo de no estar solas el resto de su vida –aunque acaben con un hombre a su lado, pero mucho más solas- y, en otros casos, lo ven como una forma de tener garantizado un techo y comida aunque el precio a pagar por ello sea, emocionalmente y por las renuncias, demasiado elevado. Sin duda, acuden a la relación en inferioridad de condiciones, renunciando veladamente a sus derechos, y conformándose con las migajas de amor o atención que el otro les quiera dar. No van del modo apropiado ni en las condiciones adecuadas. En mi opinión, la relación no ha de ser la unión de dos personas que completan el ciento por ciento sumando lo que aportan entre ambas, sino que ha de componerse de la aportación de un cincuenta por ciento por parte de cada una de ellas. Eso en cuanto a la parte emocional o sentimental de la relación. Otra cosa es que luego cada uno de ellos aporte más porcentaje en economía o en cuidado de la familia, pero en la parte amorosa –que es la base y el motivo de la unión- ambos han de aportar por igual, porque no hacerlo así no es algo que se pueda compensar con otra cosa. No es válido justificarse con algo del estilo de: “Tú eres la que más amas de los dos y la que más hace en la casa y por la familia, pero yo soy el que aporta el dinero para que podamos vivir aquí y con eso ya cumplo mi parte”. Por eso no es buena idea incorporarse a una relación yendo de antemano minusvalorada y vencida, menospreciada o acomplejada, deprimida o desesperanzada, o en un mal momento de la vida, porque se corre el riesgo de conformarse con cualquier persona y cualquier situación antes que seguir como se está; de ese modo se está planteando la relación equivocadamente desde el principio, porque uno tal vez no está buscando amor, sino cuidado, acogida, compañía, alguien que le solucione los problemas, y eso no es más que un parche provisional, porque cuando un día salga de ese estado de problema y confusión, y se pregunte dónde está el amor, comprobará que no está a su lado, y eso le dejará muy triste. En mi opinión, cuando uno va a compartir su vida con otra persona, debería hacerle un planteamiento parecido a este: “Préstame mucha atención, estate muy pendiente de mí y cuídame como a un tesoro, porque soy una persona excelente y para ti he de parecer un Ser Humano excepcional. Y tú vas a ser, de entre todas las personas del mundo, quien tenga el privilegio y la dicha de disfrutar de mí, de mi compañía, de mis atenciones. Siéntete muy satisfecho y orgulloso por haber sido el elegido. Pero no decaigas en tu atención, porque si no me tratas del modo adecuado te dejaré y será otro quien tenga el honor de ser mi compañero”. Tan rotundo. Tan exigente. Esta es la idea. SUGERENCIAS PARA ESTE CASO: - La relación ha de ser enriquecedora PARA AMBOS. - Cada uno ha de mostrar su dignidad en la relación, y cada uno debe ADMIRAR al otro –en alguna faceta- como condición indispensable. Me costó mucho comprender esto, pero el día que lo comprendí cambió mi concepto de la relación y de la otra persona de la pareja. - Como Seres Humanos todos tenemos valor. El valor de cada persona no lo determinan los conocimientos ni la riqueza ni la posición social, sino su conducta y su esencia. Francisco de Sales
  9. TODOS TENEMOS ASIGNATURAS PENDIENTES En mi opinión, este es un asunto que tal vez nos hermane a casi todos, porque las vidas plenas no suelen ser habituales. Más bien vamos arrastrando como podemos diversos pesares y penas, frustraciones de todos los tamaños, pérdidas, desilusiones, y una sensación de que tenemos cosas que siempre quisimos hacer y aún siguen en la carpeta de “Asuntos Pendientes”. Tenemos sueños sin cumplir, deseos que no han llegado a convertirse en realidad, ilusiones que se quedaron solamente en la ilusión y ahora viven desilusionadas. Tenemos una vida sin completar llena de vacíos que transportamos a cuestas soportando su dolor pero sin hacer algo por llenarlos. Tenemos asuntos o problemas sin resolver, cuestiones que no supimos solucionar bien en su momento o deseos que aplazamos continuamente… tenemos arrepentimientos por cosas que, si pudiésemos, volveríamos atrás y las remataríamos de otro modo. En casi todas las vidas aparecen pensamientos que comienzan con “si hubiese hecho aquello...”, “si hubiese elegido otra cosa…”, “si hubiese dicho lo que callé…”, y en esos pensamientos se arrastra un pesar que se manifiesta en forma de una profunda tristeza o un doloroso arrepentimiento. Son asuntos que no han sido bien resueltos y quedan pendientes de resolver bien. Sobre todo en los momentos de inestabilidad, o en los que la tristeza nos domina, o cuando nos sentimos bajos sentimentalmente, aparecen esa especie de auto-reproches, y la reclamación de poder volver al pasado para zanjar bien esas Asignaturas que tenemos Pendientes. Casi siempre hay un “alguien” con quien uno siente que no se comportó bien, aparece una relación que no se desarrolló de un modo que ahora parezca satisfactorio, no se dio un beso que se deseaba, no se dijo una palabra o uno se quedó con un abrazo que ahora quema en los brazos y en el alma. Si hay una tendencia notable a mirar hacia atrás con una añoranza adolorida ante ciertas situaciones porque quedaron inconclusas o mal cerradas, o porque nos gustaría aclarar un malentendido o reemplazar una actuación equivocada por otra correcta; si no nos despedimos del modo adecuado de aquella persona querida, o no hicimos lo suficiente por alguien que nos necesitó o que le decepcionamos, o si nos culpabilizamos a menudo por nuestro pasado, tal vez sea ahora el momento de hacerlo bien si es posible. Ahora creemos –aunque tal vez no sea cierto- que hubo actuaciones que apreciamos de distinto modo que cuando sucedieron, y tal vez no es que ahora seamos más sabios –que posiblemente lo seamos. Aunque también, tal vez, un sentimiento de fracaso o de culpa esté aumentando y distorsionando aquella realidad. Para verificar o desmantelar los sentimientos que tenemos respecto a esas Asignaturas, conviene antes mirar con objetividad si se debe a que no nos gusta nuestra vida actual y buscamos un responsable o un culpable para ello, o si es que estamos buscando una perfección en todos los actos de nuestra vida -cosa que debido a que somos humanos es imposible- y queremos remediar lo que no nos parece bien, o si es que ahora pensamos que nos perdimos oportunidades especiales, o es que nos reprochamos una cobardía por algo que no fuimos capaz de afrontar en su momento, o es que nos calificamos como irresponsables. Tomamos las equivocaciones del pasado como fracasos personales y no como lo que realmente son: aprendizajes. Entonces no sabíamos y si no lo hubiésemos hecho entonces, ahora no sabríamos. ¿CÓMO APROBAR LAS ASIGNATURAS PENDIENTES? Nos encontraremos con casos imposibles de resolver por motivos físicos, pero siempre nos queda la opción válida de dirigirnos a esa persona físicamente, o a ese hecho desde el corazón -preferiblemente en una oración o una meditación-, diciendo lo que realmente queremos decir, o pedir perdón, o reconocer humildemente la culpa, o dar las gracias. Si es un asunto en que hay personas implicadas y no existen impedimentos reales –como su muerte-, es mejor resolverlo en persona o por teléfono, explicando el arrepentimiento o el dolor o el deseo de reconciliación con la persona. Si la asignatura pendiente es un viaje o es hacer cualquier cosa que siempre se quiso hacer o es atreverse o es darse un capricho y ello es posible… ¡adelante y a por ello! Conviene tener una vida lo más plena y en paz que sea posible, y si para ello tenemos que aprobar ciertas Asignaturas Pendientes… empecemos, ya inaplazablemente, desde ahora mismo, a la tarea. Hacerlo nos dará tranquilidad y Amor Propio. Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales
  10. video:https://www.youtube.com/watch?v=zJHPHtj2D5oEn mi opinión, desperdiciamos demasiada vida con eso de aplazar algunos asuntos primordiales como, por ejemplo, tomar ciertas decisiones que sabemos que son importantes, buscar soluciones a asuntos fundamentales que vamos aplazando y aplazando, VIVIR –con mayúsculas-, o hacer lo que sabemos que tenemos que hacer, y en vez de atender a esos asuntos como se merecen la desperdiciamos en una dejadez imperdonable, como si nos creyésemos de verdad inmortales.Si le ha gustado este video ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. Gracias.
  11. NUNCA ES TARDE PARA SER QUIEN TÚ QUIERAS SER En mi opinión, este deseo innato de ser realmente uno mismo es acallado en numerosas ocasiones por obedecer a una idea de origen desconocido que nos puede llegar a hacer creer, equivocadamente, que ya es tarde para hacer algunas de las cosas que uno siempre quiso hacer y no pudo. Es cierto, no se puede negar, que hay cosas para las que puede ser ya tarde o que son realmente imposibles, como ir andando a la luna o escalar el Everest en silla de ruedas a los 95 años, pero en la mayoría de las ocasiones en que uno utiliza esa frase de “ya es tarde para hacerlo” como respuesta, en realidad la está utilizando como excusa. Algunos límites los pueden poner motivos físicos reales, pero la mente y los deseos pueden seguir activos, y si ambos se ponen de acuerdo en trabajar con voluntad, juntos y en la misma dirección, tienen opciones de convertirse en realidades. Atravesaremos varios momentos en la vida en los que sentiremos la necesidad de hacer un alto y reflexionar para poder concretar en algo real y positivo ese “darse cuenta de no estar a gusto”. Y entonces es cuando surge la oportunidad -de un modo más latente- de hacerlo y es cuando puedes cambiar… o seguir igual. La vida no tiene reglas, cada uno pone las suyas. Puedes decidir darte la oportunidad de hacerlo pero luego no hacerlo por falta de voluntad, o porque te resultan más atractivos los placeres inmediatos que los que se producen a medio o largo plazo y además requieren esfuerzos. Cada uno es libre de sacar provecho o desperdiciar esas oportunidades especiales en que se juntan tantas de esas cosas que nos provocan desagrado que ya no se pueden obviar y hay que ofrecerles una respuesta. Es más recomendable la opción de sacarle provecho. En demasiadas ocasiones se nos olvida que nuestra vida camina hacia su final incluso cuando no nos damos cuenta y no pensamos en ello. Esto quiere decir que algunas cosas se nos presentan con un ultimátum bajo el brazo. Nunca es tarde para hacer algunos cambios pero sí puede ser la última oportunidad para otros. El precio de no afrontar algunas cosas cuando corresponde es pasar una larga última parte de la vida llena de frustraciones y con el dolor irreparable de no haber aprovechado los beneficios que aportan los cambios cuando se producen por decisión y beneficios propios y en el momento adecuado. Creo que lo importante en la vida es poder llegar al final con la satisfacción de haber aprovechado esta única e irrepetible oportunidad de estar aquí, de poder disfrutar lo que nos ofrece, y del contacto con la gente con la que nos encontramos. Cada uno tiene sus motivos de satisfacción en la vida y le conviene conocerlos para promocionarlos. Cada uno tiene sus objetivos, sus razones y deseos, sus motivaciones, y es generoso para con uno mismo, en la medida de lo posible, realizarlos. Todos queremos ser algo o hacer algo, incluso lo que no se han entretenido en averiguarlo, porque es algo instintivo que viene incluido en el Ser Humano. Algo que conviene escuchar para conocer. Los sueños y los propósitos tienen que hacerse conscientes y no vivir solamente en una caja fuerte a la que nunca se accede, para de ese modo poder empezar a trabajar en la hermosa tarea de ser Uno Mismo, para dar vida a esa parte nuestra que se mantiene escondida pendiente de salir a la luz. Conviene tener sueños que puedan ser realizados, porque eso es un aliciente en la vida y porque conseguirlos hace que uno se sienta realizado como persona, satisfecho de sí mismo, con la agradable sensación de estar en el buen camino. Hay que empezar ya, y una y otra vez, a hacer realidad nuestros sueños y deseos; es una obligación y no importa las veces que no los consigamos hasta que llegue el momento en que sí los podamos lograr. Hay una fuerza interna, genética, que nos empuja y conviene no ponerle obstáculos para realizarse, porque eso es realizarnos. Averigua quién quieres ser, qué quieres hacer, y hazlo. Nunca vas a ser más joven que ahora. Estás en una cuenta atrás de tu vida y conviene que no aplaces lo que tengas que hacer o lo que quieras hacer. Tus sueños dependen de ti. Tu vida depende de ti. Haz lo que sea necesario para que puedas ser tú mismo. Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales
  12. IMPRESCINDIBLE: HACER MICROPARADAS A LO LARGO DEL DÍA En mi opinión, una de las formas más eficaces de tomar consciencia de uno mismo, y de la vida, consiste en hacer varias microparadas –o muchas- a lo largo del día para darse cuenta. Es imprescindible dedicarse todos los días un tiempo para uno mismo, aunque sea a base de esas microparadas; no obstante, lo adecuado es que sea más, mejor una hora o la mayor cantidad posible de minutos y que, además, sean de calidad y atención plena sin distracciones que se entrometan y malgasten ese tiempo. Para quien realmente no disponga de ese tiempo personal –o para los que quieran hacerlo también así-, se trata de hacer una parada en la actividad que se tenga, aprovechando una leve pausa quienes estén trabajando u ocupados –el momento de ir al inodoro en los casos más extremos-, o poniendo un aviso/alarma cada cierto tiempo, y entonces cerrar los ojos, abstraerse, dejar el mundo fuera de uno mismo, y sentir el cuerpo, centrarse en alguna de sus partes, respirar conscientemente, repetir “Soy yo y estoy aquí y ahora”, o cualquier frase similar que haga tomar consciencia de la realidad que es uno, de que a pesar de la desatención por las ocupaciones uno sigue siendo él mismo por encima de todo, sigue estando ahí… aunque no esté consciente de su vida. Las microparadas permiten retomar inmediatamente el contacto profundo con uno mismo. Sirven para percibirse, sin más; para tocarse y verificar “estas son mis manos, este es mi vientre”; para poner en activo los sentimientos al cerrar los ojos y quedarse uno a solas consigo mismo sin distracciones externas; para contactar con el desatendido, el siempre ocupado o siempre distraído en que nos hemos convertido. Para recordar que estás vivo, que eres tú. Las microparadas son oasis en el ajetreo, en la vorágine, en la ocupación absorbente; son las que permiten que no se pierda el contacto con uno mismo, las que evitan que uno tarde meses en darse cuenta de lo abandonado que se tiene, de la poca atención que se dedica. Y quien pueda –y esto es muy recomendable- que aproveche ese momento, si lo puede alargar, para revisar un aspecto personal de su vida, uno que tenga pendiente de resolver; es bueno aprovechar para mandar luz al asunto, para que se aclare, es bueno decirse a sí mismo que uno se ama –y, por supuesto, tiene que ser cierto-, y es buen momento para regodearse en algún aspecto positivo propio, en algún buen recuerdo, en la remembranza de algún ser querido, en algo personal que provoque placer o satisfacción, algo de lo que uno se sienta satisfecho u orgulloso. Si uno lo aprovecha para contactar consigo mismo es mejor que sea de un modo amable, y nada de aprovechar para reprocharse o ponerse mala cara. Es un momento para la reconciliación total que siempre tenemos pendiente. Es un momento para darse una parte de ese amor propio que tanto y siempre necesitamos. Es un momento de estar consigo mismo, en armonía, fraternalmente, fortaleciendo la unidad con las diversas y dispares partes que nos forman. Todos –sí, escribo “todos” aunque digo que no hay que generalizar…- necesitamos grandes y fructíferas paradas para contactar con nuestro Ser, pero en la mayoría de los casos nos tendremos que conformar con microparadas. Prueba. No pierdes nada… Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales
  13. EL PASADO NOS DEJÓ MARCADOSvideo:https://www.youtube.com/watch?v=XU8l1dkm59IEn mi opinión, vemos algunas partes del pasado como algo lejano y antiguo –y a veces casi como si estuviera olvidado o no hubiese existido- y no somos conscientes de su gran influencia en el presente y de cómo nos marca y dirige sin que nos demos cuenta.Si le ha gustado este video ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. Gracias.
  14. CAPÍTULO 117 - BUSCAR UNA RELACIÓN (AUNQUE SEA MALA) PARA HUIR DE UNA SITUACIÓN PERSONAL INDESEADA -EL PELIGRO DE LAS FALSAS EXPECTATIVAS- Este es el capítulo 117 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER Algunas mujeres, para huir de la casa de sus padres –porque estos les imponen limitaciones o normas rigurosas, o porque la relación con ellos no es satisfactoria-, o porque no se sienten bien solas, se auto-engañan enzarzándose en una relación que no les aporta casi nada de lo que desean, pero que, sopesándola en una balanza imaginaria, parece que les es favorable. El auto-engaño suele durar poco. La contundencia de la dura realidad no soporta durante mucho tiempo la mentira. Al poco tiempo de abandonar la casa de los padres, o su propia soledad si es que no la soportaba, se da cuenta de cómo es en realidad su pareja y comienza el declive ya anunciado con grandes letras que no quiso ver. Cuando se idealiza a una persona, se está cometiendo un auto-engaño que traerá nefastas consecuencias. En primer lugar, porque al que se ha idealizado se le adjudican unas cualidades y virtudes que no tiene, pero que tampoco él ha dicho que las tenga –exceptuando que el otro haya mentido deliberadamente y se le haya creído-, y se le exige de acuerdo a esa idealización, con lo que se le está requiriendo algo extraordinario, y le costará mantenerse a la altura de la fantasía imaginaria. En segundo lugar, se han supuesto o adjudicado unas cualidades y virtudes inciertas, y cuando por fin se quiera reconocer que no son tal como se quiso presuponer, la otra persona caerá de golpe del pedestal –al que no se había subido voluntariamente ni había pedido que se le subiera, no hay que olvidar esto- y perderá toda valía. Dicho de otro modo: si el otro vale 6, pero uno quiere creer que vale 10, cuando por fin se quiera admitir que no vale 10 pasará, erróneamente, a valer 0. Y lo grave es que la otra persona, y la relación, sin proponérselo, serán las víctimas de la insensatez de quien idealizó. La otra razón para buscar una relación que a corto plazo se verificará que no era adecuada, es la que utilizan algunas mujeres (ya son muy pocas afortunadamente) que consiste en conquistar a un hombre y formar una pareja solo para solventar económicamente su presente y su futuro. Si una mujer es consciente de su falta de valía social –que puede ser una falta de valía imaginaria producto de su baja Autoestima-, porque es muy poco agraciada o tiene algún defecto físico importante, porque su nivel cultural o laboral no le permite acceder a un modo de vida autosuficiente, porque ha tenido ya varias relaciones y todas le han salido mal, o porque considera que ya se está haciendo mayor y teme quedarse sola, puede llegar a auto-convencerse de que prefiere una relación cualquiera, sea la que sea y en las condiciones que sean, antes que quedarse sola. Y si a ambos les parece bien, puede estar bien, pero si ambos son muy conscientes de lo que hay y no esperan otra cosa. Hay que tener mucho cuidado, y mucha honradez, para no engañar al otro haciéndole creer lo que no es cierto. Hay que respetar íntegramente a la otra persona y no jugar, solo por provecho propio, con su dignidad y con sus sentimientos. Y no prometer nada que no se vaya a cumplir y no decir cosas que no son ciertas solamente para halagar o quedar bien. Hay que cuidar de no hacerle víctima del juego personal de intereses. Y todo lo descrito en este apartado también puede ser viceversa. SUGERENCIAS PARA ESTE CASO: - Si uno se mete en una relación creada sólo para sus propios intereses… que lo tenga muy claro y lo asuma tal como es, o se decepcionará enseguida y mucho. Se decepcionará de sí mismo. - Se puede entender la desesperación de una persona que prefiera estar mal acompañada antes que estar sola, pero hay también hay que tener en cuenta la honradez de no engañar a la otra parte. - En muchos casos, meterse en una relación sólo por escapar de una mala situación personal puede llevar a una situación peor. Francisco de Sales (Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí: )
  15. AHORA SÉ LO QUE QUIERO He dormido en tantas camas diferentes, he visto tantos techos distintos, tantos cuerpos desnudos, que echo en falta parar este trajín y casi prefiero aburrirme mirando mi pared en silencio. Me he escapado tantas madrugadas asqueado, vistiéndome a oscuras, huyendo del otro cuerpo y de mi desesperación, que casi prefiero aburrirme todas las noches de mi soledad. He dicho tantas mentiras de amor, he fingido tantos jadeos, tantos deseos y caricias; me he reído tan mentirosamente y he sido tan cínicamente seductor que ahora casi prefiero aburrirme esperando el amor verdadero. Francisco de Sales (más poesías y prosa en www.franciscodesales.es)
  16. TU VIDA SIN TI Detente. Aquieta tu mundo. Para, no sea que se altere el tiempo y el futuro se confunda con el pasado, o que los pájaros vuelen hacia atrás y llueva hacia arriba. Quieto. La vida tiene su ritmo y maneja sus tiempos. No corras alocado hacia mil destinos distintos; párate a sentir, a ver, a respirar el aire. Siente el suelo en tus pies. No permitas que tus pasos sean más largos que tus piernas. No vayas galopando a todos los sitios, dejando sólo la fugacidad de tu pasar. Implícate, siente. Alégrate o sufre. La intensidad la da la atención. Las cosas sin ti, sin tu presencia, no te muestran su encanto. Los milagros sólo se producen cuando los miras. Tu vida, sin ti, no tiene sentido. Francisco de Sales (Más poesías y prosa en www.franciscodesales.es)
  17. CAPÍTULO 113 - ELEGIR DESACERTADAMENTE -LO QUE PUEDE PASAR POR NO SABER- Este es el capítulo 113 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER Esto no debería suceder, pero sucede. No se escoge desacertadamente a conciencia, pero sí puede suceder que en algún momento se descubre que se ha elegido mal, aunque, precisamente para evitar que esto llegue a suceder, debería utilizarse con provecho la etapa de enamoramiento y conocimiento mutuo. ¿Qué hacer en este caso? Lo siento, pero no conozco una fórmula infalible y universal que sirva para todos los casos. Cada persona, en función de sus condiciones personales y sus circunstancias, deberá decidir qué hacer en el momento en que tiene ya la certeza confirmada de que eligió mal. Habrá quien apechugue con ello para el resto de su vida, resignado y sin rechistar, y sin pensar ni siquiera hipotéticamente en un abandono; habrá quien no tenga más remedio que seguir por las circunstancias que sean, o que no encuentre otra posibilidad, y seguirá en ella; habrá quien no le dé excesiva importancia y conviva del mejor modo posible, porque su ambición o su autoestima no dan para más; y habrá quien reconozca ante sí mismo su equivocación al elegir, dejará la relación, y se pondrá en algún momento a la tarea de emparejarse de nuevo, procurando en esta ocasión no cometer el mismo desacierto u otro similar. Mientras antes se dé cuenta uno de su desacertada elección, y menos tarde en aceptarlo, asumirlo, y ponerle remedio, será mejor. Mientras más tiempo pase todo se volverá más complicado. Estarán más involucrados ambos y posiblemente otros terceros que no tienen culpa pero también se verán afectados, así que si se han descartado otras posibilidades y se ve la disolución de la relación como la más adecuada, habrá que echar mano de la mayor delicadeza, del cariño, del cuidado, y deshacer la relación. Preferiblemente con la aprobación y la colaboración del otro. Elegir desacertadamente no debe conllevar necesariamente un proceso de auto-agresión, de enemistad consigo mismo, y menos de venganza o menosprecio. Es en un momento así, precisamente, cuando más se necesita de la comprensión y del Amor Propio. Cuando más se necesita la aceptación íntegra y no la enemistad. “Desacertar” es una posibilidad como también lo es “acertar”. Puede suceder. Y hay que aceptarlo con naturalidad, como parte del aprendizaje de la vida, para la que, no hay que olvidarlo, nadie está preparado. “Desacertar” necesita del mejor amor de uno mismo, del máximo y más exquisito cuidado, de una protección incondicional –como uno mismo haría con su mejor amigo en una situación igual-, y de unas palabras sinceras de ánimo que emanen directamente del corazón. “Desacertar” no es un drama, aunque si se insiste inadecuadamente en reprocharse y castigarse se puede llegar a lograr que sea mucho más y mucho peor que un drama. “Desacertar” es algo que sucede, aunque no se desee. Y cuando sucede hay que tratar de enmendarlo, pero con el mismo cuidado con que se levanta del suelo al niño que está aprendiendo a andar y se ha caído. Todos estamos aprendiendo a andar por la vida, y todos nos caemos. Sí, todos. Elegir desacertadamente es una posibilidad. No es la deseada, pero cuando se ha hecho así hay que resolverlo. Castigarse a permanecer en la relación por haber “desacertado” es una injusticia imperdonable, inaceptable, inhumana, y esta sí es una verdadera equivocación, una mala elección, con la agravante de haberla hecho a conciencia… y sin corazón. SUGERENCIAS PARA ESTE CASO: - En los errores es cuando más se necesita uno a sí mismo y sin reproches ni condiciones. - Elegir mal a la pareja se puede considerar un error, pero seguir con esa persona después de haberlo descubierto SÍ QUE ES UN GRANDE Y GRAVE ERROR. - Ante una mala elección… mucho Amor Propio. No reproches, no menosprecios. Sí mucho Amor a uno mismo. Francisco de Sales (Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí: )
  18. SÉ EL CONSTRUCTOR DE TU FUTURO En mi opinión, englobamos demasiadas cosas en eso que llamamos futuro y dejamos en sus manos muchas cosas que realmente son importantes para nosotros y que realmente requieren una atención en este momento. Ya sabemos que el futuro no existe. Que a eso que llamamos ahora futuro –que es algo que parece muy grande- cuando se presenta es solamente presente y es efímero. A veces pensamos que las cosas desagradables que nos suceden se arreglarán solas en el futuro –y el futuro no es mágico ni tiene superpoderes- y nos auto-engañamos consolándonos en este presente con creer que en algún momento será sustituido por un futuro más venturoso. Hacemos planes para el futuro como si éste fuera el remedio o la solución excelente para cualquier problema. Como que habrá “borrón y cuenta nueva” cuando llegue el futuro, que llegará colmado de dichas. En realidad, los planes que tiene el futuro para nosotros se basan en los planes que hagamos en el presente. No es acertado confiar en cambios radicales espontáneos y es mejor no pensar sólo a largo plazo porque el futuro hay que ir construyéndolo desde ahora. El futuro empieza ahora mismo, ya está en marcha. Es el resultado de lo pasado y del presente, así que nos corresponde ahora cimentar lo que queramos tener más adelante. Sólo el esfuerzo y la dedicación de este momento harán posible alcanzar esos sueños que si no ponemos ya en marcha se quedarán en utopías irrealizables que acabarán en una frustración que puede ser el preámbulo de una depresión y de una sensación de fracaso inconsolable. Lo que está por venir, que es donde estaremos en otro momento más adelante, no siempre es inevitable. Me cuesta creer en un determinación ajena –eso que llamamos destino- que me marque una predestinación inexpugnable y más bien creo que puedo intervenir para que sea de uno u otro modo. Creo que participar en el diseño de lo que vendrá –o donde llegaré- es una responsabilidad y una obligación personal. Que tengo que intervenir y no dejar que sea mi inacción quien decida por mí, porque no tomar decisiones ya es tomar una decisión: la de no hacer, y los resultados generalmente tienden a ser peores que la acción. También pienso que es una tontería soportar los resultados de mis indecisiones -quedándome en la queja de una pataleta infantil- cuando tengo la opción de hacer que mi vida sea distinta y más positiva de lo que sería si no intervengo. Es muy conveniente y necesario hacer planes para el futuro –para ese hipotético futuro que puede no llegar a presentarse nunca-, pero hay que hacerlos ya. Hoy. Ahora. Y no dejar nuestra vida exclusivamente en las manos irresponsables del azar o de la suerte… o de la fatalidad. ASÍ EVITAREMOS QUE EL FUTURO SEA “ALGO QUE VA A PASAR” Y SE CONVIERTA EN “LO QUE QUEREMOS Y DECIDIMOS QUE PASE”. Y sí, ciertamente tenemos este poder en gran medida. No seremos ingenieros en el futuro si no iniciamos la carrera ahora. El futuro no es algo ajeno y que tiene entidad propia y poder de decisión, sino que se va conformando en torno a nuestras acciones de este momento. Puede tener una leve autonomía, porque nos sucederán algunas cosas que no dependen de nosotros y vendrán impuestas por las decisiones o hechos de otras personas, pero la directriz principal por donde SÍ queremos que discurra la tenemos que marcar nosotros y lo que suceda inevitablemente -por causas ajenas a nosotros- serán hechos accidentales y puntuales que tendremos que aceptar. Que el futuro no sea un destino inevitablemente definido del que es imposible escapar, porque podemos convertirlo en una maravilla de la que podremos gozar. No estamos destinados a soportar inevitablemente lo que se vaya presentando sino que tenemos la oportunidad de trabajar ahora en ese proyecto al que llamamos futuro. Entender esto en el alma y no sólo en la mente debería aportarnos un estado más ligero con respecto al posible miedo al futuro y aportarnos la esperanza de que no todo está perdido y ahora, hoy, en el presente, podemos hacer algo para que sea más de nuestro agrado. Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales
  19. DE VEZ EN CUANDO De vez en cuando hace un recuento de sueños envenenados, de fracasos en toda regla, de los propósitos que se le murieron, suspira en silencio, maldice en silencio, y calla. De vez en cuando llora con un llanto que es de otro, disfraza sus miserias, pinta el futuro con una falsa esperanza, soborna a sus demonios, se miente a la cara, y se inventa un motivo para seguir vivo hasta mañana. De vez en cuando escribe esto que estás leyendo, que es una confesión con un conato invisible de arrepentimiento y un grito que va a ninguna parte. Francisco de Sales (más poesías y prosa en www.franciscodesales.es)
  20. CAPÍTULO 110 - REPETIR LOS ERRORES ANTERIORES -LO QUE PUEDE PASAR POR NO SABER- Este es el capítulo 110 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER Pues así pasa. Parece sorprendente, ¿verdad? Pues sucede. Algunas personas no quieren reconocer su porción de culpa, la parte que corresponde a sus desaciertos, dónde fallaron, qué hicieron mal para que la relación no terminara bien. Les resulta más fácil echarle la culpa de todo al otro. Es más cómodo. Así se resuelve todo de un plumazo. Uno se lava las manos y ya está preparado para empezar con otro que no sea tan… como el otro. Y esto es desacertado. Y grave. Porque si no se pasa por el duelo de haber finalizado una relación, si no se asume lo que pasó y la responsabilidad personal en ello –si es que la hubo-, y si se pretende despacharlo al olvido sin más, entonces no se habrá aprendido nada, y la siguiente relación tiene casi las mismas posibilidades de fracasar. En un ejercicio honrado de reconocimiento de las culpas y desaciertos, si es que los hubo, –y sin que ello sea motivo para reprocharse muchas cosas y enemistarse consigo mismo-, desde una actitud presidida por la integridad, se ha de hacer un repaso de todo lo que ha sido la relación. En ese repaso uno se felicita por las cosas buenas y se propone firmemente no volver a repetir las que no lo fueron tanto. Sin más. Sin aspavientos y sin hacer un drama. Son innecesarios los auto-reproches melodramáticos. Con darse cuenta de lo que ha sucedido y ser consciente de lo que no se quiere repetir, ya es suficiente. Pero, por favor, por el bien propio, sin engañarse; reconocer y aceptar sinceramente lo que ha pasado y tener cuidado de no volver a tropezar en la misma piedra; no caer en esa excusa barata que algunos utilizan de “yo soy así y el que quiera que me acepte y el que no…” y esta frase que cada uno la termine como desee. Es humano haber tenido errores, lo que es inhumano es volver a repetirlos nuevamente. Como ninguno hemos sido entrenados ni preparados a conciencia para esta experiencia de vivir y compartir con otro de un modo mucho más íntimo y con sentimientos por medio, a pesar de la buena voluntad y el amor que se pongan, ni siquiera con eso será suficiente y hay en todas las relaciones –que nadie lo dude- momentos tensos, momentos de crisis más o menos seria, errores, palabras dichas que mejor hubiera sido evitarlas, silencios, desconciertos, errores a pesar de que no sea lo deseado… y si alguno de los errores fue lo suficientemente grave como para terminar con la relación, ahora ya se sabe qué es lo que no hay que hacer. Atención, pues. Y amor en esa atención. Uno no quiere volver a pasar por lo mismo, y es mejor no volver a repetir una experiencia desagradable. Vivir con consciencia, dedicarle la atención y el cuidado que se merece… y no repetir los desaciertos anteriores. SUGERENCIAS PARA ESTE CASO: - Es humano tener errores, lo que es inhumano es volver a repetirlos nuevamente. - En las relaciones fallidas hay que asumir la parte de responsabilidad con honradez y humildad. Y hay que aprender. - Potenciar el amor y la relación es observarse en las actitudes cotidianas entre ambos. Y preguntar. Y hablar. Y mejorar continuamente ambos. Francisco de Sales
  21. CAPÍTULO 109 - NO AMAR O NO SABER AMAR -LO QUE PUEDE PASAR POR NO SABER- Este es el capítulo 109 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER Si estamos de acuerdo en que el amor es imprescindible en la relación de pareja, ya que la pareja se ha formado por motivos sentimentales, no amar sería una contradicción inexplicable. No amar al otro es un claro indicativo de que la relación amatoria con esa persona no está siendo adecuada. Para saber cómo son de auténticos los sentimientos hacia el otro sólo es necesario hacerse una pregunta y responderse con honestidad: ¿le amo?, no vale decir “le quiero” –porque también se le quiere al perro, al equipo de fútbol, y hasta al último vestido comprado. La pregunta es: ¿le amo?, y si brota un “sí” inmediato y espontáneo, acompañado de una sonrisa externa y otra interna, entonces va bien la relación y la respuesta es creíble. Si se le quiere –que bien entendido, y aceptado por ambos, puede ser un excelente sustito del amor-, y con esto se tiene suficiente, está bien. Si la respuesta es “no lo sé…”, algo va mal. Si es “me siento a gusto...”, tampoco va bien. Si se parece a “es una buena persona…” se está eludiendo decir “no”. Si la respuesta es un “no” rotundo no hay que darle más vueltas. Está claro. No amar es no respetar o no cumplir el principio básico de la relación, y si no se consigue amar al otro conviene preguntarse qué ha pasado; investigar desde cuándo pasa eso y por qué; si es algo pasajero o es algo definitivo; si se tiene intención de resolverlo o ya no queda ni una sola semilla de amor que pueda volver a germinar… y conviene encontrar respuestas sinceras -muy sinceras, porque otras no valen- a todas estas cuestiones. Estas y todas las que se le ocurran a cada uno relacionadas con el asunto. El siguiente paso honrado sería hablar con el otro y afrontar juntos la situación. Esto hay que hacerlo muy bien, con cariño y con delicadeza, porque siempre cuesta trabajo recibir una noticia así y es duro tratar el desamor. Sin duda el otro se alterará inmediatamente, posiblemente reaccione mal y de un modo descontrolado, y hará mil preguntas –la primera, que si hay otra persona- o se encerrará en un mutismo del que no querrá salir. Es necesario tener un momento y un lugar en el que se pueda tratar este asunto con tranquilidad, y que recuerden ambos antes de comenzar la norma de respetarse. Puede ser bueno decirle que no hay una decisión definitiva tomada –o sí, si ya es irrevocable-, que lo único que se desea es compartir su estado interior y sólo se le pide, de momento, respeto y comprensión. Que se le agradece que no agobie, que no trate de influenciar, que no cambie en nada ni haga algo fuera de lo ordinario hasta que uno mismo se haya aclarado. En cambio, si el dilema es que no se sabe amar -aunque amar es innato en el caso de la mujer-, sería interesante distinguir si es que realmente no se sabe amar o lo que no se sabe es mostrar y demostrar el amor. Si uno se ha criado en un hogar o en un ambiente donde no se hablaba con naturalidad y a menudo del amor, y no se relacionaban entre ellos con besos y abrazos, y si además estuvieron siempre ausentes las caricias y los gestos que lo expresan, o si sus padres jamás se dieron un beso en su presencia, ni jugueteaban, ni se cogían de las manos al pasear, es muy posible que lo que esté pasando es que uno esté desentrenado en la expresión, pero nada más. Habrá que hacer un pequeño esfuerzo de aprendizaje para manifestar los sentimientos que se reprimen, y tendrá que darse un pequeño empujón para hacerle al otro lo que le apetezca hacerle o para pedir que le haga lo que se desea, y habrá que obligarse un poco a pronunciar palabras enamoradas, a añadirle picardía amorosa a sus miradas, a soltar los nudos que reprimen… Saber amar es tan sencillo como no obstruir la expresión natural de los sentimientos del corazón. SUGERENCIAS PARA ESTE CASO: - Para las personas que no se manejan con soltura en la manifestación efusiva de los sentimientos: la tarea de hacerlo es ineludible. - Cuando se ama, manifestar lo que se siente no debiera ser complicado. - Amar y demostrar el amor es algo de una belleza estremecedora. No se me ocurre otra cosa mejor que amar y vivirlo demostrándolo. - Para quien tenga dificultades, que se “obligue” un poco al principio hasta que se reencuentre con su naturalidad. Francisco de Sales (Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php/board,89.0.html)
  22. EL AMANECER El amanecer se despertó un poco tarde. Apareció triste y mal encarado. La noche había sido larga y cruel. Los sueños le dolieron. El amanecer recurrió a su sol de poeta, a las nubes rojas y el cielo roto, al horizonte pintado de ensueño, a todas las pinturas de los maquillajes. Cuando quiso disimular su llanto, unas gotas que llovían sin nubes, no le bastaron ni los trucos ni las mentiras ni una mueca de payaso. Una pena profunda se instaló en el cielo y contagió a los pájaros y al aire de volar, al aire de respirar, al aire de barrer la calle, al aire de tomar el aire. No quedó nadie que no supiera su pena, no hubo país ni distancia ni persona ni alma ni árbol que no lo supiera. Todo el mundo enlutó de pena. El amanecer se despertó un poco tarde. El día antes había comprendido que siempre le huiría la noche, su amada, por temor a tanta luz y por envidia de su belleza. Francisco de Sales (más poesías y prosa en (No se pueden agregar links que redirigen a otro sitio))
  23. NO PERMITAS QUE TE DUELAN LAS CRÍTICAS En mi opinión, le damos un excesivo e innecesario poder a las críticas que nos hacen teniendo en cuenta que, generalmente, no coinciden con la realidad sino que son opiniones tomadas sin tener toda la información verdadera, y en muchos casos con la mala intención adicional de hacer daño con ellas. Cuando actuamos críticamente nos consideramos con el poder y el derecho de juzgar a los otros, DESDE LA SOBERBIA de CREERNOS SUPERIORES A ELLOS y más inteligentes y aptos; NOS LLENAMOS, LAMENTABLEMENTE, DE ENGREIMIENTO Y OSTENTACIÓN; nos vestimos de jueces arrogantes que emiten la ley desde unas creencias que pueden ser demasiado rígidas y tal vez sólo aplicables a nosotros mismos, porque pretendemos imponer con nuestra actuación una justicia basada solamente en nuestros criterios y muy posiblemente en traumas y errores que vivimos y repetimos. Y se nos olvida a menudo –demasiado a menudo- que no tenemos derecho a dictaminar algo que vaya más allá del rango de opinión privada –y sin necesidad de ser emitida- y que bajo ningún concepto debemos confundir nuestra suposición con la realidad. En el hecho de criticar siempre hay una intención de descrédito y siempre es desfavorable lo que se dice; hay una mala voluntad expresa en ello, porque si no existiera la mala intención sería simplemente una opinión. NO TENEMOS DERECHO A JUZGAR Y MENOS AÚN A PRETENDER IMPONER NUESTRA CRÍTICA. Si alguien nos pide nuestra opinión no deberíamos emitirla sin tener la información suficiente, ni tampoco hacerlo desde una que esté basada exclusivamente en la interpretación de percepciones superficiales y subjetivas, sino que se precisa de la información veraz y completa para tener la idea correcta. A partir de esa información se puede opinar, pero sólo opinar. No imponer. No impartir sentencias. No decir a bocajarro lo que se nos pase por la cabeza si no está perfectamente contrastado. Y lo que es imperdonable del todo es inmiscuirse en la vida de los otros, en sus actos, en sus decisiones, porque SU VIDA ES SU VIDA. Y su camino de aprendizaje a veces pasa por las equivocaciones y por aprender de SUS propias decisiones. Antes de criticar es imprescindible recordar que la otra persona es distinta de uno mismo. Sus experiencias, su pasado, su mente, su seguridad o inseguridad, y sus circunstancias, son distintas de las nuestras. Y hay que tener MUY CLARO que si nosotros estuviésemos en su lugar actuaríamos y pensaríamos EXACTAMENTE IGUAL que ellos. Y eso nos resta aún más ese erróneamente supuesto “derecho” a criticar a los demás. Criticar es hablar mal de alguien o señalar sus defectos y faltas, pero… ¿qué le da a uno un supuesto “derecho” a hacerlo?, ¿qué gana uno con eso?, ¿alimentar su ego?, ¿qué hay realmente detrás de las críticas a los otros?, ¿un interés en autoengañarse creyéndose mejor que el criticado?, ¿qué tipo de persona es quien es capaz de criticar a otra persona?, ¿tal vez alguien que necesite un psicólogo?, ¿tal vez un frustrado, un engreído, un envidioso?, ¿te sientes satisfecho de ti al ser un criticador? Desde el punto de vista del criticado… no hay que olvidar que uno no tiene que satisfacer a TODOS los demás, cosa que además es realmente imposible, y que uno sólo tiene esa responsabilidad ante sí mismo. Sólo ha de satisfacerse realmente a sí mismo y si por añadidura puede satisfacer a otros, pues mejor. Pero no es adecuado vivir en función de ser del agrado de otros, ni dejar de hacer lo que realmente le gusta a uno o comportarse del modo que le apetezca solamente para no ser objetivo de los críticos. Pretender agradar a TODOS los otros y SIEMPRE es un objetivo imposible de alcanzar. Es una pérdida de vida. Una crítica son sólo palabras y las palabras por sí mismas no hieren. Es uno mismo quien les otorga el poder de que le hagan daño. Y esto es algo más que absurdo y sin sentido. ¿Por qué permitimos que algo así nos afecte física y psicológicamente? Las críticas van a estar ahí SIEMPRE. Siempre va a haber alguien disconforme con lo que hagamos o digamos. Siempre va a haber algún idiota con la creencia de ser superior y de tener que dirigir la vida de los demás. Un buen objetivo sería no depender de los otros para tener bien la propia Autoestima y estabilidad emocional. Y si somos capaces de recibir las críticas con objetividad, sabiendo separar y aprovechar lo que haya de verdad y descartando la mala intención, y si lo tomamos como una información sin más –que puede ser cierta o errónea- y no lo tomamos como un enjuiciamiento agresivo, no serán dolorosas. Objetivamente, una crítica es una información proveniente de otra persona, transmitida con mejor o peor intención, pero sólo es una exposición verbal. Ante ellas, objetividad: ¿puedo aprovechar algo de lo dicho? Las críticas se pueden interpretar de varias maneras. Lo que hay que conseguir es separar lo que dicen de cómo lo dicen. Lo que dicen puede ser útil o no, y eso hay que comprobarlo. Si en el cómo lo dicen se percibe agresividad seguramente podrá ser descartado sin más. Si uno se conoce realmente, y tiene la Autoestima en su sitio, no debería sentirse afectado por las críticas. Uno sabe quién y cómo es de verdad, así que opiniones sin base o malintencionadas no deberían poder con la verdad del autoconocimiento. Lo que vale es lo que uno sabe y no lo que el otro dice. El intento de querer agradar a todos y siempre proporciona más frustración que satisfacción. Agradar a los otros –incluso desagradándonos a nosotros por hacerlo- es una tarea que no compensa el esfuerzo que requiere. Detrás de una necesidad de aprobación está escondido el ego. La recomendación es bastante evidente: NO CRITIQUES, y si en alguna ocasión sientes que tienes que decir algo a alguien, hazlo desde la objetividad y el respeto y no desde el reproche y la reprobación. Y si eres criticado… actúa con objetividad, escucha sin alterarte, y separa lo positivo de la acusación. Si alguien es criticón… ese es SU PROBLEMA. Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales Si desea recibir a diario las últimas publicaciones, suscríbase aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?page=59 Si le ha gustado este artículo ayúdeme a difundirlo compartiéndolo: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?action=forum Aquí tiene todos los videos publicados en youtube: https://www.youtube.com/channel/UCUNE-EC7eiOQDJ2q_U4lqEQ/videos?disable_polymer=1 Web con poesía y prosa: (No se pueden agregar links que redirigen a otro sitio)
  24. CAPÍTULO 108 - PERPETUAR LOS MISMOS ERRORES DE SIGLOS ANTERIORES -LO QUE PUEDE PASAR POR NO SABER- Este es el capítulo 108 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER Una gran parte de cada mujer está hecha para el amor, y la casi totalidad de ellas lo glorifican, lo idealizan, lo desean, y en algunos casos pueden llegar a hacer del amor el motivo primordial de su vida. Es capaz de permitir que el amor la zarandee y le haga conocer su lado más sublime, multiplicando la intensidad y la pasión con que lo hace el hombre, pero también es más proclive a desilusionarse mucho más, porque puede llegar a vivir hasta lo más desolador del dolor que puede provocar el desamor. Y, además, se permite llegar a ese extremo, lo que puede ser una injusticia. La mujer está capacitada para darlo todo en el amor, incluso hasta llegar al punto de hacerse mucho daño –por amor y por desamor-, porque su corazón está interesado en amar, y en amar con intensidad. El corazón de la mujer, con el paso de los años, es capaz de modificar el ímpetu de su latido, o se puede cansar un poco más, pero lo que no hace es perder la potencia de la intensidad de su amor. Cuando da, da con todas las ganas y lo da todo. Una mujer a la que le han roto el corazón, es capaz de recomponerlo como sea para seguir dando amor, y lo puede dar durante las veinticuatro horas del día. El hombre, en general, lo entrega menos a menudo. O dice que ama durante los encuentros sexuales. A la mujer, ya desde que es pequeña su instinto le orienta hacia el amor, y juega a cocinar con amor, o juega a jugar con amor, o juega a amar a sus muñecas. El hombre, niño entonces, juega a destruir, a guerrear, a pelear, a imponer su fuerza. Parece como si ambos tuvieran una tendencia a repetir modelos, aunque esos modelos acaben siendo destructivos a la larga. La mujer es heredera forzosa de una tradición que lleva bastantes siglos vigente. Es una abnegación transmitida que, a veces, en la parte negativa del amor se puede convertir en una maldición sufriente que parece ser imposible de eludir. La mujer ha sido sumisa, o ha sido obligada a serlo. Es un dato histórico fácilmente comprobable. Son siglos y siglos de lo mismo. Pero, afortunadamente para todos, en este momento la mujer ha sido capaz de iniciar una revolución que llevaba mucho tiempo esperando ser comenzada. En unos países ha empezado antes y con más ímpetu; en otros, aún no han conseguido la fuerza suficiente –aunque la voluntad y las ganas sí están ahí- o no han puesto todo el poderío en la hermosa tarea de reclamar otro tipo de relación que no sea sólo la dependencia del hombre en todos los aspectos, y han de hacerlo con dignidad y asertividad, porque es un derecho propio y de justicia, lo que por ley divina y humana les corresponde. Es muy interesante que la mujer verifique todo lo que pudiera ser una actuación incorrecta en su comportamiento sumiso con respecto a la pareja y que, por el bien de todos, tome las riendas de la revolución, ponga las cosas en su sitio, y consiga que los hombres disfruten de esa maravilla que es el amor cuando los dos lo viven del mismo modo y en la misma dirección. Aunque para ello hay que empezar por que algunos hombres renuncien a esos “derechos de supremacía” que parecen haber heredado también de siglos pasados. Porque es muy interesante que el hombre acuda a la relación sin miedo a perder nada –ni su puesto, ni su “hombría”-, sino predispuesto a dar y a ganar con ello. Y quien lo esté haciendo de este modo ya, habrá podido comprobar que el amor en igualdad de condiciones es más próspero, y cuando la mujer se abre y se entrega sin miedo y sin reservas, aporta unos hermosos matices sentimentales que para el hombre son insospechados. La mujer que se entrega toda, cuando sabe que se la recibe toda, enriquece la relación de un modo inconmensurable; hace conocer al hombre estados que superan sus imaginaciones más fecundas y le aportan sensaciones y sentimientos muy gratos y agradables, del todo satisfactorios, que le hacen olvidar su creencia de que la relación ha de ser un campo de batalla. Es curioso, pero siempre parece que es la mujer la que tiene que tomar las riendas en la pareja, y un buen modo de hacerlo es dejar de perpetuar los errores de sus predecesoras, y fundar una nueva mujer, consciente de derechos e igualdades, que haga de las relaciones un Edén para ambos. Y los hombres que aún no lo hacen, que se pongan ya a la tarea -que conviene no aplazar- de unificar posturas y posiciones con la mujer, de implantar la igualdad, de compartir de igual a igual, y de mirarla con otros ojos más tiernos y con el orgullo indisimulado de ser consciente de lo que supone amar desde la humanidad natural. SUGERENCIAS PARA ESTE CASO: - La relación es una sociedad en el que cada uno de los socios ha de aportar su correspondiente 50% para que vaya bien. - Amar es cosa de dos, no sólo de ella. - No hay una ley inquebrantable que diga que hay que seguir repitiendo un modelo con el que no se está de acuerdo. Cada pareja ha de crear sus normas y ambos han de respetarlas. - La persona que no esté de acuerdo con el papel que se le ha adjudicado en la relación, que se rebele y reclame. Francisco de Sales (Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php/board,89.0.html)
  25. CAPÍTULO 107 - AMAR MAL -LO QUE PUEDE PASAR POR NO SABER- Este es el capítulo 107 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER “Yo le amo pero él dice que no le amo, ¿qué más puedo hacer?”. “Él dice que me ama pero yo no lo siento”. ¿Qué hacer en estos casos?, ¡pues amarse!, pero amarse bien. No es suficiente con amar. Hay que saber amar bien. No del modo que uno cree que se debe hacer –porque para el otro tal vez no sea el adecuado-, ni tampoco del modo que a uno le gustaría ser amado –porque tal vez el otro no tenga la misma idea de su deseo de ser amado-, sino con la naturalidad y la sabiduría que tiene el amor, que cuando se expresa libremente no necesita de enmendaduras ni enseñanzas ni aditivos. Se trata, sobre todo, de no fingir que se ama, de no amar de un modo artificial para que se parezca a los amores de las películas. El amor tal como brota, en su naturaleza, sin manipulaciones ni añadiduras, es perfecto. Lleva muchos años de experiencia y conoce bien su oficio. Sólo deja su eficiencia cuando alguien cree que toqueteándolo un poco y añadiendo sus conceptos personales, o sus transformaciones interesadas y fuleras, va a mejorar. Gran ignorancia. Se aprende a amar no sólo dejando que el amor brote sin interferencias, sino también poniendo buena voluntad en eso de llevar el amor a lo cotidiano, y también preguntando al otro, o a la otra, y observando qué cosas le hacen feliz y en qué condiciones. Uno ama mejor cuando se ama a sí mismo. Amar mal es amar de un modo en el que los intereses corrompan el modo natural, en el que la generosidad y los buenos deseos no están presentes, en el que se entrega a cambio de algo o porque se espera algo. En este caso se llama inversión, y no amor. O se ama bien, o no se ama. Pero no valen medias tintas. No vale un amor descafeinado, fingido, blando… y no se trata de amar mucho pero alocadamente y sin sentido, sino de amar bien. Que el modo de amar sea único. Amar a conciencia y desde cero. Desde la pureza donde se concibe el amor. Y si no es así, se ama mal. O no se ama. Que es casi lo mismo. Del mismo modo, tampoco hay que conformarse con que el otro ame “a su manera”, o sea, mal, que puede ser un modo de amor sin amor, y eso no es aceptable. La impecabilidad en el modo de amar, o poniendo en ello la mejor intención y voluntad posible, son los únicos modos aceptables de amar y ser amados. Si no hay más remedio, uno acaba aceptando un sucedáneo de amor bien intencionado, pero no hay que rendirse en exigirle al otro que siga perfeccionando su capacidad de amante. SUGERENCIAS PARA ESTE CASO: - Amar bien también es como un oficio que requiere de aprendizaje y de práctica. - No hay que rendirse en exigirle al otro que siga perfeccionando su capacidad y calidad de amador. - Amar bien es amar sin regatear amor en el corazón, en la entrega, en esa creación que ambos se han comprometido en acrecentar. Francisco de Sales (Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php/board,89.0.html)
×
×
  • Create New...