Efectivamente, no es muy diferente del Bloody Mary.
En realidad, la salsa de tomate no es muy distinta del jugo de tomate en lata, que es con lo que se hace el B.M.
La gracia de este trago, que es especial para levantar cadáveres, es el ají. Tiene que quedar muy rudo, picantón, un poco salado y ácido. Sí, todo junto.
Me carga el B.M, pero muchas veces he tenido que prepararlo y dicen que me queda pulentoso. En un vaso largo va más o menos 2/3 de jugo de tomate (o salsa disuelta en agua). Salsa Tabasco, MUCHA pimienta (bueno, no taanta pero harta), un chorrito de jugo de limón, hielo y 1/3 de vodka (o pisco, en este caso). Las proporciones, en realidad, son al ojo. Descubrí que el ají es lo que le quita lo repulsivo de estar tomando copete con tomate...guácala. La cosa es que se revuelve y se le planta una ramita de apio así de bonito.
Que les aproveche (puaj)...