Por experiencia propia, mirando retrospectivamente uno puede darse cuenta que los tiempos de Dios no son los mismos que los del ser humano, respecto a las respuestas de las oraciones. Ahi uno podra apreciar, desde la peticion (oracion) hasta la respuesta, todo el plan y trabajo perfecto de DIos. (ahi uno se da cuenta que todo calza pollo) Sin perjuicio de lo anterior, por nuestra debilidad humana cuesta tener la certeza (a veces) de que Dios nos ayudará cuando se lo pedimos.