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..Etrips..

Warianos
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  1. Estimado Diegoprime, es un gusto saludarte. Quisiera discutir la siguiente afirmación que esgrimes: “Es insano pensar que venimos manchados con un "pecado original" que cometieron otros”. Me parece una sentencia interesante que debe rebatirse. Ante todo quiero subrayar que la doctrina católica del pecado original es un dato de fe. Hay datos que nos llegan por medio de los sentidos o la razón, pero otros provienen estrictamente de la revelación cristiana. Por ejemplo, la doctrina de la Trinidad no la conocemos porque hemos filosofado sobre Dios o hemos investigado científicamente cómo es Dios (cosa por lo demás imposible), sino que sabemos que Dios es uno y trino sencillamente porque así lo hemos recibido y creído dentro de la Iglesia a la luz de lo que se dice en la Biblia. La doctrina del pecado original es semejante, y podemos compararla a la doctrina de la Trinidad: ambas son datos de fe y no resultados de una investigación científica o filosófica. En otras palabras, por ser ambas doctrinas datos de fe, no pueden ser ni afirmadas ni desmentidas por ningún examen racional: la razón humana no puede saber con certeza racional la verdad o falsedad de ninguna de ellas. Dicho esto, se comprende que no pueda discutirse si el pecado original es verídico o no, porque acoger ese dato es solamente cuestión de fe. Lo que sí puede hacerse es analizar si la razón se opone a esta doctrina o deja abierta la posibilidad de que ella sea verídica. Es aquí donde entra en juego tu afirmación: ¿realmente es insano pensar que venimos manchados por un pecado que no hemos personalmente cometido? Si es “insano” o no, dependerá de si la cuestión es cierta o no, ya que sano es acoger de buena gana aquello que es verdad, sea una verdad de nuestro agrado o no. Pero más allá de eso, me parece que no es injusto que nosotros heredemos de nuestros padres la situación por ellos creada, ya que a fin de cuentas nadie anda por la vida diciendo cosas como “qué injusto heredar este color de piel, este color de ojos, esta estatura, etc. etc.” siendo que todo ello es simplemente herencia natural de nuestros padres. Del mismo modo, el nacer dentro de una naturaleza herida y sujeta a ciertos males no es más que una cuestión de herencia. Todos llegamos a un mundo que nos precede, un mundo por nosotros no creado. Declarar que esto es injusto es una aberración, es negar de alguna manera la condición humana y ser, de algún modo u otro, un misántropo. El pecado original es una cuestión de herencia.
  2. Me parece que estamos olvidando un principio evidente: “de la nada, nada sale”. Este principio, por ser evidente, es indemostrable. Pero debemos tenerlo en cuenta a la hora de analizar cómo es aquella primera causa de la que habla Tomás de Aquino. En el mundo que nos rodea y en el cual estamos insertos, las cosas suceden por alguna razón. Se le atribuye al filósofo Leibniz descubrir el principio de razón suficiente. No suelo citar fuentes inseguras, pero citaré la Wikipedia para ahorrarme la molestia de buscar en mis libros: “...que jamás ocurre algo sin que haya una causa o al menos una razón determinante, es decir, algo que pueda servir para dar razón a priori de por qué algo existe y por qué existe de esta manera más bien que de otra manera.” Esto significa que todo tiene una razón de ser. Por dar un ejemplo: los biólogos nos dicen que la explicación (la razón de ser) de las especies es la evolución por selección natural, y que esa teoría científica es la mejor explicación al por qué hay multiplicidad de especies. Todo, absolutamente todo, tiene una razón de ser. Ahora bien, en la realidad hay entes. Hay cosas que participan del ser. Un ente puede ser cualquier cosa, incluso algo mental, pero necesariamente tiene una razón de ser. Por eso la pregunta que, según Heidegger, debería ser la primera de la filosofía es: ¿por qué hay algo y no más bien nada” En otras palabras: ¿cuál es el fundamento (la razón de ser) de todo ente? Aquí las respuestas varían. La respuesta cristiana ya la conocemos: la causa-razón es “Dios”. Pero el ente “Dios” no pasa de ser un ente mental, una idea. Por eso Santo Tomás dice que la existencia de Dios debe ser demostrada, ya que, según él, su existencia no es evidente (como lo creía, por ejemplo, San Anselmo). No es legítimo deducir que porque algo existe en la mente existe también en la realidad. La prueba del movimiento viene a demostrar que “Dios” no es sólo un ente mental, sino también un ente real. “De la nada, nada sale”; luego, entonces, debe haber algo (un ente) que confiera el fundamento a todos los entes que requieren una razón de ser. Se procede de la siguiente manera: se aprecia que en el mundo hay entes; luego, que todos los entes que se aprecian tienen una razón de ser; después, se busca el fundamento de todos los entes. Quizás en este punto alguien opine que el tercer paso es ilegítimo, es decir, que no necesariamente deben todos los entes tener un fundamento. Tal vez las cosas sean “porque sí” y con ello el absurdo tiene la última palabra. Pero quien así opine me parece que debería dejar de ir al médico o dejar de usar la tecnología, porque si se busca la cura de una enfermedad, es porque se presupone que las enfermedades tienen causas, y cesando las causas cesan también los efectos. El nihilismo es impracticable. Existe, pues, un ente captable sólo por la inteligencia que confiere el fundamento a todo ente. A ese ente los cristianos le llamamos “Dios” (a falta de una palabra mejor).
  3. Antes que nada, debemos estar atentos a lo que Cristo realmente prometió. No debemos poner palabras en su boca que él no ha dicho. Por eso citaré nuevamente la Biblia en esta respuesta. Así, propongo tener como base de la discusión los siguientes textos bíblicos: “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra? o si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!” (Mt. 7, 7-11) “Yo os digo: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan! (Lc.11, 9-13) Aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre. Hasta ahora nada le habéis pedido en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado. (Jn.16, 23-24) Luego de leer estos pasajes de la escritura, queda claro lo que realmente Cristo promete: promete el Espíritu Santo a cuantos se lo pidan al Padre en su nombre. En efecto, dice Mateo que el Padre está dispuesto a dar “cosas buenas”; mientras que Lucas dice que el Padre dará “el Espíritu Santo a quienes se lo pidan”. Las palabras “cosas buenas” y “Espíritu Santo” son intercambiables. Son lo mismo. Y el evangelio de Juan añade: “pedid y recibiréis para que vuestro gozo sea colmado”. Dios quiere hacernos felices, y para ello nos regala su propio Espíritu, el cual contiene todos los dones. Y Cristo no puede fallar, no puede prometernos algo que no está dispuesto a cumplir. Si tenemos al Espíritu Santo, ¿qué más queremos? ¿qué otra cosa podríamos querer pedir?
  4. Para dar respuesta a esa pregunta me remitiré esta vez a la Biblia, concretamente, a la oración del huerto de Getsemaní. Allí se ve a Jesús, el Hijo de Dios, orando en momentos de angustia: “Padre, si es posible, que pase de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Como vemos, Jesús no pide que se haga su voluntad, sino que está abierto a recibir lo que su Padre está dispuesto a regalarle. Jesús no exige que se cumpla su propia voluntad. No dice: “que pase de mí este cáliz o, de lo contrario, abandonaré la misión que me encomendaste”. No; Jesús dice “que NO se haga mi voluntad, sino la tuya”. Así es como se ora correctamente. Ahora bien, yo dije que Dios siempre es el principio y el fin de toda oración: Dios suscita en nosotros el deseo de orar, y nosotros por obediencia oramos. Si esto es así, entonces Jesús, que fue un hombre como cualquier otro, también cuando fue al huerto de los olivos lo hizo porque sintió que Dios “suscitaba” en su corazón el deseo de orar. Jesús, pues, oró lo que oró por obediencia. Y ya que su obediencia durante toda su vida fue perfecta, cada palabra que dijo provenía de Dios. Ahora llegamos al momento clave: ¿cumplió Dios lo que suscitó en el corazón de Jesús? ¿Pasó de él aquel cáliz o no? Yo opino que sí. Creo que Dios si cumplió la oración de Jesús, porque luego al tercer día lo resucito.
  5. Para seguir con el debate ¿qué ocurre si lo que pedimos viene de nuestro propio deseo (necesidad si lo quieren llamar de otra forma)? ¿es acaso algo ilegítimo y por eso podría no obtenerse una respuesta positiva? .. Así tomando en cuenta el ejemplo, la pregunta podría reformularse de la siguiente forma: ¿es ilegítimo que la persona ore por lluvia si no es voluntad de Dios que ore por aquello? Ante todo hay que volver a señalar que Dios siempre responde a todas las oraciones, por cuanto que siempre es Dios quien mueve la oración: la nutre, la impulsa, le da fuerza. Toda oración tiene su origen en Dios, quien, bajo la moción del Espíritu Santo y por medio de Cristo, nos mueve a dirigirnos a él. Así, la oración es siempre una respuesta al Dios que sale a nuestro encuentro interpelándonos, llamándonos a entrar en comunión con él por medio de Cristo en el Espíritu Santo. Ahora bien, lo que recibimos en cada oración será lo que Dios quiera ofrecer y nada más que lo que él quiera. Dios inicia el movimiento de la oración, por eso es él quien decide lo que está dispuesto a ofrecer. El creyente, que precisamente por ser “creyente” es que ora, debe aceptar lo que Dios está dispuesto a regalar si no quiere dejar de ser “creyente” y volverse lo contrario. En toda oración prima el respeto mutuo: Dios permite que el creyente pida lo que quiera (como la lluvia en el caso del agricultor) y el creyente pide lo que Dios suscita en su corazón. La oración es, pues, un acto de comunión, y el resultado de la oración será producto del diálogo entre el creyente y Dios, siendo Dios quien tiene la última palabra, así como también tuvo la primera llamándonos a orar.
  6. Muy interesante tu post, estimado Hectorzero. Para responder primero quiero aclarar dos malentendidos que aludes. “cuando no tenemos la respuesta que esperamos a nuestras oraciones, muchos nos podrán decir que es porque nos falta fe”(…) ¿o es más bien la fe la demostración de confianza o tal vez devoción con la que Dios se siente complacido y debido a eso da respuestas positivas a las oraciones? Mira, en realidad según la teología católica (desde sus orígenes, pasando por Trento y la Dei Verbum del Vaticano II) la fe es una respuesta libre del hombre a la gracia del Dios que se automanifiesta e interpela. Es una respuesta libre, porque si el hombre lo quiere puede en su praxis concreta prescindir de los planes de Dios para él y para los demás. Nadie está determinado por Dios a aceptar o rechazar la fe (lo contrario sería la herejía de la predeterminación), por eso es una respuesta “libre”; pero la gracia para abrazarla la derrama Dios a todos los hombres, independientemente de su raza, cultura, religión, etc. Sobre la divina revelación dice la constitución dogmática Dei Verbum: “Cuando Dios revela hay que prestarle la obediencia de la fe”; la fe es una respuesta a determinados contenidos: las llamados artículos de fe o verdades de fe. Es una “obediencia”, un acto de escucha libre y responsable que abarca la totalidad de la persona. Así, la oración, por ser consecuencia de la fe, siempre es escuchada. Nadie es obediente a Dios sin fe, y nadie sin obediencia quiere orar, y nadie tiene fe sin la gracia de Dios. ¿Por qué no recibimos lo que pedimos? Hay que preguntarnos si lo que pedimos viene de la fe (si viene de la “escucha de Dios”) o si proviene de nuestros propios y autónomos deseos.
  7. Francamente, decir que Constantino fundó la Iglesia católica me parece absurdo. Si bien es verdad que con el Edicto de Milán se abrió el camino para que Teodosio inaugurara la "Cristiandad", no es cierto que lo que hoy llamamos "catolicismo" surja en tiempos o por la acción de Constantino. La fe de la Iglesia no se entiende sino a la luz de la Eucaristía y los otros sacramentos. Y de los sacramentos hay testimonios muy antiguos, comenzado por la "fracción del pan" del libro de los Hechos, siguiendo con los padres de la Iglesia orientales y latinos, hasta hoy. Lo esencial del catolicismo son los sacramentos y no otra cosa (como alguien podría suponer: el culto a María, la infalibilidad del papa, etc, etc). Así que no se me ocurre cómo se puede decir que Constantino fundó la Iglesia. Habría que precisar qué se entiende por "catolicismo" para sólo entonces decir que Constantino lo fundó. Ahora bien, ¿Jesús fundó una Iglesia? Si no se cree en su resurrección es imposible decir que sí. Todos los versículos bíblicos en que Jesús manda a predicar el Evangelio a las naciones se sitúan luego de su resurrección, y ella sólo puede creerse con fe. Para el no creyente, sólo hubo un Jesús que, según algunos, fue un agitador político o un profeta apocalíptico y, según otros, no fue más que un hombre excepcional o alguna otra cosa.
  8. Inicio este tema para discutir sobre una prueba de la existencia de Dios muy famosa que le pertenece a Tomás de Aquino. Todos constatamos con los sentidos que hay movimiento e inferimos con la razón que nada se mueve sin una causa eficiente. Por ejemplo, si un vaso cae (dato empírico), es porque algo o alguien lo dejó caer (inferencia fundamentada en el principio de razón suficiente); nadie dice: calló “porque sí”, sino que indagamos en la razón de por qué calló. Este espíritu de curiosidad es lo que en primera instancia mueve la ciencia, que tanto usan algunos para rechazar la existencia de Dios Pues bien, debe existir un origen para el movimiento. Retomando el ejemplo: si un vaso cae es porque algo lo hizo caer, y a ese algo, otro algo lo movió… así sucesivamente. El núcleo de la prueba es el siguiente: esa cadena no puede ser infinita, porque de lo contrario queda sin respuesta nuestra pregunta inicial: “¿por qué calló el vaso?”. La solución que propone Tomás es que hay una causa-incausada, un motor en acto puro que da origen al devenir, e identifica a Dios con ese principio. A mí este argumento me parece tan sencillo como plausible, pero quiero escuchar opiniones. Es un tema que da para mucho
  9. Primero que todo, ningún católico afirma que Dios "debe" escuchar nuestras oraciones. Nadie dice que al ser humano por derecho le corresponde exigirle cuentas a Dios, como si él tuviese alguna limitación dentro de su soberana libertad. Dios es absolutamente libre y, por tanto, no puede nadie decirle lo que debe hacer. Ahora bien, por la fe los cristianos sabemos que Dios "quiere" escuchar nuestras peticiones y cumplirlas según él estime conveniente. Creemos que Dios ha querido entrar efectivamente en la historia del hombre para salvarlo (del pecado) y elevarlo a la condición de hijo de Dios, es decir, participante de la naturaleza divina. Esta es más o menos la fe de la Iglesia. Pero, con todo, tu tendrías razón en que si Dios "tuviese" que escuchar oraciones estaría determinado (por el tiempo o por otra cosa) y así ya no sería incondicionado, inmutable y soberano de la historia del cosmos. ¡Pero aquello es algo que no sostiene la fe católica!. La Iglesia cree que Dios es libre, y que libremente ha querido ayudarnos a salvarnos por medio de la oración..
  10. Ante esta impresión me surge otra pregunta: ¿es justa la respuesta -y el tiempo en que se reciben- a nuestras oraciones?, eso teniendo en cuenta los argumentos expuestos en los cuales, da la impresión que las personas quedan a su propia suerte, aunque sea durante un determinado tiempo (que para el que ora muchas veces parece interminable) o que el sufrimiento no cesa, etc. No hay duda que las oraciones son escuchadas, pero "hay que saber pedir lo que conviene". Hace tiempo leí un libro ("el gran medio de la oración") en el que se postulaba que 4 cosas son indispensables para recibir lo que se pide: 1) que sea para uno mismo, 2) que sea para salvarse, 3) con humildad, confianza, etc 4) en el nombre de Jesús. Si se cumplen las cuatro debería la oración ser infalible. Si miramos los milagros de Jesús, por ejemplo la múltiplicación de los panes, la gente había dejado todo para seguir a Jesús y había mutua disposición a compartir. No se le veía a Jesús como un medio para fine mayores, sino que se le escuchaba y se le seguía. Por eso obro el milagro. por otra parte, es imposible si Dios es bueno que la gente pida y no reciba nada. Si Dios no concede lo que se le pide en el momento exacto, es porque no había la disposición para recibir el milagro.
  11. Respecto al punto 1, hay que decir que ciertamente Jesús viene a cumplir la Ley ("no he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento"). El problema en todo esto es que Jesús predicó, según exégetas católicos y no católicos, el Reino de Yavé anunciado por los profetas... ¡Y no llegó! (al menos en apariencia). De hecho, al día de hoy siguen los judíos diciendo que cuando llegue el Mesías no habrá hambre ni guerra, y sin embargo vino Jesús y todo eso sigue existiendo. El punto 2 ya es una interpretación creyente. Respetable, pero sólo creyente. De lo que se trata es de tomar las frases de Jesús recogidas en los evangelios ANTES de la pascua y su crucifixión, para con ellas reconstruir lo que en realidad quiso decir. Obviamente que yo, al igual que tu, creo que vino a redimir a la humanidad y tomar el lugar del cordero. Pero no me parece conveniente de cara al diálogo con no cristianos comenzar por lo que se cree para terminar por lo que sucedió. En vez de eso es mejor partir por lo que sabemos sucedió y luego interpretar los hechos a la luz de la fe. Sin duda que la paternidad de Dios está en el centro de la predicación de Jesús. Basta leer el Padre Nuestro o el Sermón de la montaña recogido en Mateo para darse cuenta. Sin embargo, en este último sermón (que es el primero de su predicación pública) Jesús comienza diciendo que "si su justicia no es mayor a la de los escribas y fariseos no entrarán en el Reino de los Cielos", de manera que el trasfondo de su predicación es realizar una "justicia". Y ella no es precisamente la que nosotros entendemos, sino la "justicia" entendida en el contexto judío, es decir, cumplir la voluntad de Yavé (porque el justo es aquel que cumple la voluntad de Dios). Que seamos justos, "justificarnos", es su misión si leemos todo el mensaje desde la perspectiva que adopta Mateo con la frase citada. La paternidad de Dios va de la mano con la justificación (o redención). Somos hijos de Dios si es que somos justos, o sea, si cumplimos su voluntad. ¿Cuál es su voluntad? los judíos decían que era la Torah o Ley de Moisés, pero como Jesús relativiza la Ley con las palabras "se ha dicho, pero yo os digo" es razonable postular que ya no es cumplirla al modo de los fariseos (con sus 613 mandamientos) o los esenios (con sus reglas monásticas) o los sacerdotes y saduceos (con su culto del templo), sino a la manera de Jesús, siguiéndole.
  12. No sé si sus voceros están más interesados en la plata que en el mensaje de Jesús. Pero independientemente de ello, es decir, independiente de la práctica concreta de las iglesias, la persona de Jesús puede abordarse sin intereses confesionales con ayuda de los métodos históricos. De manera que no hay para qué caer en descalificaciones. Ahora bien, le he dado un par de vueltas al tema de si en esencia el mensaje de Jesús fue sólo amarse los unos con los otros. Ello significaría (para seguir la linea del tema) que la misión de Jesús fue predicar el amor fraternal, en tanto somos todos hijos de un mismo padre y en tanto Dios nos ama a todos por igual. Sin embargo, según el NT Jesús fue un personaje público que comenzó a predicar tras ser bautizado por otro personaje público: Juan el Bautista. Y sabemos también que murió por los romanos, en tanto la crucifixión era instrumento de tortura no judía. Yo preguntaría entonces, ¿puede recibir una condena pública quien sólo se limita a predicar el amor de los unos con los otros? Evidentemente que no. Hace falta entrar en conflicto con los poderes dominantes, y esto es lo que Jesús debió de haber hecho si es que murió públicamente como un criminal. Así que esa idea dudo que convenza mucho.
  13. Muchas de esas "falacias" no las sostiene la religión católica en absoluto, pero aclaremos un poco las cosas: Los cristianos (seamos católicos o protestantes) conocemos a Dios por medio de la persona de Jesús. Se pueden citar muchos versículos bíblicos, pero basta uno: "Yo soy el camino la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí". Es Jesús quien nos lleva al Padre. El catecismo lo dice así (no recuerdo en qué numero): "Atraídos por el Padre y movidos por el Espíritu confesamos con Pedro: tu eres el Cristo, el hijo del Dios vivo" Todo ello significa que conocemos a Dios no por medio de nuestra ideas innatas, sino por la vida de Jesús. No decimos "yo intuyo que Dios debe ser omnipotente, luego entonces lo es" "Yo intuyo que Dios es eterno, luego entonces lo es" etc etc etc. Sino que vemos quién fue Jesús y desde allí decimos quién es Dios. Esto que digo puede ser discutible, y lo es, pero a mí me parece que es la forma correcta de abordar el tema. No partir de la base que sabemos ya de entrada quién es Dios (¿acaso alguien lo ha visto?), sino escuchar a Jesús y desde allí, desde este punto de partida, decir lo que sabemos sobre Dios.
  14. Hoy en día sabemos bastante de Jesús luego de tres siglos de crítica histórico-literaria del Nuevo Testamento. Sin embargo, desde un punto de vista estrictamente histórico, el origen de las Iglesias cristianas aún permanece misterioso, entre otras razones, por la casi inexplicable rapidez con que se pasó de la creencia de la resurrección a la identificación el reino mesiánico con la persona misma del resucitado. Se trató de un proceso gradual en diferentes lugares pero extremadamente rápido, al punto de que Pablo recoge en “filipenses” un himno de gran reflexión cristológica apenas treinta o cuarenta años después de la muerte de Jesús. ¿Cómo explicar ello? ¿Por qué del reino de Dios anunciado por Jesús se pasó a una Iglesia anunciadora no del reino, sino del propio Jesús en tanto salvador de los hombres y mesías de Dios? La respuesta, en mi opinión, pasa por la cristología; de allí que comparta con ustedes la siguiente entrevista a Xavier Pikasa, ex sacerdote católico, acerca de cuál fue la misión de Jesús para, si bien no convencer a nadie, al menos dar tema de conversación. https://www.youtube.com/watch?v=pl6X2HmvVYo
  15. Diego: ciertamente tienes razón en que hay muchos motivos que pueden llevar a manipular un mensaje. Es interesante tu idea de que el cristianismo pueda ser en realidad un "judaismo 2.0" Si bien no me parece una idea para nada descabellada, no la comparto por la siguiente razón. - El cristianismo es sobre todo una religión que cree en la resurrección de Jesús, "Si Cristo no ha resucitado vana es nuestrfe", dice Pablo en Corintios 1. Esto significa que todos los dogmas (¡todos!) serán ciertos en la misma medida en que sea cierto el hecho de la resurrección. Tan importante es esta verdad cristiana que Pedro (en su discurso de Pentecostés, según Hechos) no menciona explícitamente la divinidad de Jesús, sino que se limita a decir que quien fue crucificado ha sido resucitado por Dios. De esto se desprende que es la fe en la resurrección lo que da origen al cristianismo. Que sea cierta o no, es otro tema, pero lo cierto es que sin que los apóstoles creyesen que Jesús había resucitado no habrían salido a predicar (esto digo que es lo más probable desde un punto de vista histórico) Con todo, admito que el difícil mostrar para un cristiano la relación directa entre el hombre Jesús y el origen de la Iglesia. Pareciera ser que hay un abismo que los separa por las razones que tu dices. A la Iglesia la conocemos, pero Jesús parece irremediablemente perdido en el tiempo Al final, dependerá de la imagen que tengamos de Jesús si creemos o no que la Iglesia sigue sus enseñanzas.
  16. No he leído el libro, así que no opinaré de él. Pero quisiera aportar mostrar que las ideas que me dice contiene el libro son imposibles desde el punto de vista histórico, aunque seguramente no desde el punto de vista literario Los dogmas marianos son 4, pero no los mencionaré. Tan sólo diré que María tiene los privilegios que tiene por ser la madre de Jesús y, por extensión, de Dios. O dicho de otra manera: tiene los privilegios que tiene porque Dios quiso servirse de ella antes, durante y después de la encarnación. María es lo que es por ser la madre de Jesús. Pero, lógicamente, si la encarnación no se concibe a la manera católica ninguno de estos dogmas tiene sentido, menos aún si no se cree que Jesús es Dios hecho hombre. De hecho, el catolicismo sostiene que somos inmortales (en cuanto al alma), pero no eternos. (porque si bien no tenemos fin en cuanto a la existencia, sí tenemos principio en ella... ¡Nadie ha existido desde siempre!) Sobré la misión de Jesús no me pronuncio, porque me parece un tema demasiado complejo desde el punto de vista histórico como para decirlo brevemente. Lo que sí destaco, es que la cristología (discurso sobre Jesús) debe enfrentar la crítica histórica, a menos que queramos ser fideistas o voluntaristas. Mmm el infierno, siguiendo al Vaticano II y a von Balthasar, no es un lugar sino un estado. Es Dios en cuanto juicio. Con la muerte nos encontramos definitivamente con Dios, y si somos amigos de él, entonces Dios es un "cielo"; si no es nuestro amigo, es infierno; si nos purifica con su encuentro es purgatorio (estoy parafraseando al teólogo nombrado) Desde el punto de vista histórico esto me parce sencillamente imposible, porque quienes manipulan lo hacen siempre por intereses, casi siempre de poder, y los apóstoles poder no tenían ninguno. Además, el cristianismo tuvo muchos enemigos en sus orígenes, por lo que me parece más sensato postular que ellos serían los interesados en manipular el mensaje, y no los apóstoles que, en definitiva, fundaron las iglesias Creer en comunión con la Iglesia también es un camino personal. En fin, que ya me alargué mucho.
  17. Compañero Fernando: Cuando dices que Jesús "envia a sus disipulos a llevar su mensaje a todo el mundo" dices bien, porque está en la Biblia. Pero esos dichos recogidos por los cuatro evangelios más tempranos (los canónicos y no los apócrifos) se le atribuyen a Jesús después que resucitó, es decir, que no son palabras auténticas del Jesús en el que todos podemos estar de acuerdo: el Jesús real, humano, el que se conoce por la crítica histórica y que habría vivido en el siglo I. Son palabras que Jesús sólo habría pronunciado si es que de verdad resucitó y si es que de verdad los evangelios recogen dichos auténticos de un "resucitado". De hecho, en los evangelios hay frases que denotan que Jesús predicó sólo a judíos, como cuando manda a predicar a los apóstoles sólo a "las ovejas perdidas del pueblo de Israel" o cuando se le acerca una mujer cananea ´pidiéndole un milagro y le responde "no es bueno darle el pan de los hijos a los perros". Ambos hechos están en el evangelio de Mateo que, según dicen, está basado en una de las tradiciones más primitivas sobre Jesús: la tradición sinóptica y muchos estudiosos del NT consideran tales dichos como auténticos. Así que no es tan claro que Jesús predicara a todo el mundo
  18. Es verdad que el cristianismo no niega la existencia de vida extraterrestre, pero si dichos seres existen el dogma, en mi opinión se complica mucho. La razón es que el cristianismo es totalmente antropocéntrico: Dios se hizo hombre y no extraterrestre, asigna ángeles de la guarda a cada hombre, le entrega el cuidado de toda la creación al hombre (recodar el "someted la tierra" del Génesis), etc. Incluso tras la segunda venida de Cristo la creación entera será restaurada...cosa que incluye a los extraterrestres. En fin, la cosa como que se tuerce un poco.
  19. Más allá de mis creencias cristianas, me parece que desde un punto de vista estrictamente racional el suicidio es una opción muy legítima y para nada censurable. Incluso diría que si Dios no existiera sería una opción recomendable. La razón es que la vida, sin Dios, es lisa y llanamente cruel e injusta. Hay que decir las cosas como son: la evolución de Darwin demuestra que hay una lucha por la existencia en la que no vencen los más "buenos", sino los más "adaptados", es decir, los que nacen con más talentos (los que se adaptan mejor al medio ambiente, al contexto). Así las cosas, es una injusticia terrible que unos nazcan con enfermedades, deformaciones, limitaciones y toda clase de defectos. Todos tenemos necesidades (comer, vestirnos, etc) pero no todos tienen las mismas oportunidades para satisfacerlas: el mejor dotado tiene en la práctica más éxito que quien carece de talento. Sólo esto ya demuestra que la vida es injusta, Pero además es cruel. La naturaleza misma está contra el hombre: hay terremotos, enfermedades, inundaciones, etc, Pero no sólo afuera sino dentro, porque la genética nos predispone a tener ciertas enfermedades. El mundo es malo, la vida es mala. Si el mundo es tan malo mejor sería morir, y mejor que eso hubiese sido no haber nacido. Pero pocas sociedades tienen el valor de reconocer que el suicidio debe ser por ley reconocido como derecho, porque del mismo modo como se reconoce el derecho a la vida, también debería reconocerse el derecho a la muerte. A fin de cuentas, ambas cosas están indisolublemente ligadas. ¿Por qué no se reconoce? Porque hay miedo a las consecuencias. Pero si el ser humano tiene derecho a realizarse como persona, entonces debe tener derecho al suicidio, por cuanto es algo que el potencial suicida desea y quiere (por la razón que sea): es su modo de realización. En fin, si Dios no existe el suicidio es legítimo. Pero...¡Dios existe! El mundo está caído, no es perfecto...pero lo será.
  20. Comparto contigo la opinión. Para el Teista, solo es confiable y tomada como real la palabra que provenga de su dios. Y como, según entiendo, solo Jesús habló del propósito de la creación humana (Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado: Jesucristo), solo en ese testimonio pueden confiar, pues todo lo demás, serán especulaciones. Si se da el caso de que efectivamente la vida se hizo para "conocer al único dios verdadero", dios sería un simple ser egocéntrico, que utiliza al ser humano y sus emociones para cumplir el propósito. Respecto a lo primero hay que decir que los cristianos (al menos los católicos) nos llevamos bien con la razón, de manera que no sólo es confiable la Palabra de Dios sino también la palabra de la razón humana. Varias veces lo he citado, pero no hace mal hacerlo una vez más: según el Vaticano I y en contra de los que niegan la teología natural (los que dicen que de Dios por la razón no se puede saber nada con certeza), la luz de la razón natural puede conocer a Dios con certeza. Esto significa varias cosas, pero se destaca que el ser humano tiene "capacidad de Dios" por sí mismo, independientemente de si tiene fe o no, porque la fe no es sino la respuesta del hombre a la Palabra interpelante de Dios que puede acogerse (en actitud de fe) o rechazarse (incredulidad). Esto es dogma de fe, no es algo que yo me inventé. Ahora bien, los resultados de otras ciencias, como los de la especulación filosófica, pueden ser creíbles, pero lo serán en la medida que no contradigan las fuentes de la revelación (Escritura-Tradición-Magisterio). Y estas fuentes (para el creyente) son inerrantes, no contienen error; lo que sí se puede equivocar es la comprensión de esas fuentes, siendo uno de los criterios de verificación o falseación las experiencias que vive la comunidad creyente (Iglesia). Así que las doctrinas sobre Dios ("teología") también van cambiando, no son algo estático dado de una vez para siempre, porque implican una reflexión con critica y método. Respecto a lo segundo, me parece que es falso decir que Dios es egoísta solamente porque nos ha creado para vivir en comunión con él. El egoísta es aquel que ve a la persona como medio para sus fines instrumentalmente, y Dios jamás ha utilizado al hombre como objeto. Es más: es ridículo suponer que Dios es egoísta si consideramos que en el crucificado está el rostro de Dios.
  21. hey hey hey hey!!! esa parte me dejó intrigado; de verdad agradecería fuera tan amable de compartir la respuesta a la interrogante planteada; guste a quien le guste, nos servirá para aprender un poco más; a lo mejor no estaremos de acuerdo con la respuesta, pero servirá para aprender (como había dicho) y enriquecer y aumentar el debate :D Me pareció magnífica la respuesta de "Don Único", o alias "51222159316", así que sólo puedo felicitarlo por su aporte. Ahora bien, no sé si haya una sola respuesta a la pregunta que se plantea ahora: "¿Por qué Dios permite que nos pasen cosas malas sin buscarlas?" La verdad es que yo no tengo una respuesta clara al respecto, pero si Jesús es Dios y fue crucificado, significa que aunque Dios no elimina el mal sí se hace cargo de él: lo sufre personalmente. Así que sólo queda confiar en Dios. Y dicho sea de paso, a mi también me gustaría escuchar la opinión de don Único.
  22. No se si ha sido tanto interés para la religión porque no aporta nada a las verdades de la fe. La Teología católica es el estudio de la Tradición, la Escritura y el Magisterio, de manera que nada tiene que recibir de este sudario. Con todo, admito que ha servido mucho para la piedad de los creyentes, pero no como objeto de estudio teológico sino como objeto que suscita admiración, conmoción, asombro y varias otras emociones. Por esto es que estoy de acuerdo contigo que merece respeto. Pero hay que aclarar que lo misterioso no es la tela sino la imagen de la tela, porque la datación de la historia del sudario está muy clara y se sabe que procede de la Edad Media. En efecto, de esa época corresponde el primer documento histórico que da cuenta de su existencia. Y aunque la palinología (ciencia que estudia el polen de las plantas) da testimonio de que la Sábana procede de Palestina (a partir de los estudios del palinólogo Max Frei) me parece que es más fehaciente lo que dice la historia fácilmente comprobable por cualquiera (textos escritos) que lo que dice un estudioso del tema, por más que sus resultados sean o no comprobables. Y es que este es el problema: como la tela se deteriora al manipularla no se puede estudiar libremente, siempre hay que pedirle permiso al Vaticano para poder analizarla y siempre hay desconfiados de los estudios al respecto; desconfianza que a mí me parece absurda. Personalmente, a mí por lo menos ya no me suscita nada la imagen. Antes yo creía que era interesante leer de los avances en los conocimientos sobre cómo se formó (hoy en día se sostiene que habría sido una radiación que salió del cuerpo lo que gabró la imagen chamuscando los tejidos de la tela) pero la verdad es que me parece ocioso buscar explicaciones a este tema. Esto lo digo como un desapasionado del sudario.
  23. Bauk: Mira, me parece que el tema global es más una disyuntiva personal que otra cosa, lo cual me parece buenísimo porque en estos temas de fe no se debe partir desde la duda de si son reales o no los postulados de la religión. Esa inquietud de preguntarse cosas como “¿será verdad que existe el infierno y el cielo?” o “¿existirá Dios?” a mí me parece un mal camino, porque solapadamente y sin reparos se acepta que la realidad se puede escindir entre lo real y lo ficticio, cosa muy discutible filosóficamente hablando. Por eso antes de preguntarse qué es lo real o si existe Dios más vale preguntarse qué es lo que se entiende por lo que se dice que es real y sólo entonces pasar a la pregunta de qué es aquello de si existe. Esto último lo hacen pocos en promedio. (Esto puede ser interesante tema de debate) Ahora bien, aunque los postulados de la fe no pueden demostrase ni refutarse por medio de la ciencia o la filosofía eso no quiere decir que deban acatarse sin más. Ellos pueden en efecto estudiarse y comprenderse hasta cierto punto, cosa que me imagino es lo que en el fondo buscas. Ojalá sea eso. Si quieres discutimos, pero sería bueno que aclararas qué es lo que buscas. Porque no tiene sentido que yo te diga cosas como “la relación creyente-Dios no está fundamentada en la retribución” si antes no tienes nociones elementales de qué se entiende por el sacrifico vicario de Jesús o de qué se entiende por cristianismo o qué se entiende por fe. Al final todo parte desde el lenguaje, y sólo al final se analizan otras cosas.
  24. Tranqui bro, cuando quiera responde, si es que quiere :kicking:
  25. Estimado: En realidad no hay premios o castigos, sino sólo aquella realidad última y primera que llamamos “Dios”. Fíjate que el cielo es descrito en la Biblia como un banquete de bodas mientras que otros teólogos católicos le han llamado (a lo Platón) el encuentro con la belleza, con la verdad, con el bien supremo, etc. Pero no es ni una cosa ni la otra, es simplemente el encuentro con aquella realidad fundamental que llamamos Dios. Cielo es sinónimo de encuentro con Dios, y si por Dios se entiende el gozo y la dicha, entonces cualquier imagen que ello evoque es válida para ilustrar lo que será el cielo. Mientras que el infierno es la ausencia de todo lo que está en el cielo. Pero una aclaración: no es lo contrario de lo que hay en el cielo, sino la ausencia (recuerda que es una herejía decir que existe una pugna entre dos poderes iguales: el bien y el mal). Fíjate que con esta forma de concebir las realidades últimas va cambiando lo que entendemos por cielo e infierno a lo largo de la vida, porque tu concepto de dicha no es hoy el que tenías, digamos, a los 6 años. La vida del cristiano es un éxodo, un buscar a Dios sin nunca asirlo por completo. En el camino obviamente que van apareciendo ídolos (conceptos falsos de lo que es Dios) y van cayendo… pero así es la vida, no se puede evitar el devenir, no hay nada inmutable a excepción de Dios. Pero una aclaración: Dios es inmutable, no así nuestros conceptos sobre él… Incluso podría dudarse de que Dios fuese inmutable por esencia porque sería incurrir en doctrinas metafísicas (escolástica), pero ese es otro tema. Sí o sí, mi fe estará atada a estos premios o castigos, me dé cuenta o no de esto...yo me di cuenta porque justamente mi fe está flaqueando en este momento... Mmm Yo creo que tu fe está atada a falsas imágenes de lo que es Dios y no en Dios mismo. Y es que no hay que parar de preguntar quién es Dios y para ello hay varios caminos: desde el simple escuchar testimonios hasta entrar en el terreno especulativo de quién fue Jesús de Nazaret históricamente. La solución es abandonarse a lo que de verdad se cree que es Dios sin miedo al error. Si te estás equivocando Dios te lo comunicará, si no lo hace es porque estás en el camino correcto. Pero hay que ser honesto, hay que buscar la verdad “absoluta”. para qué o por qué Dios nos permite esto, si finalmente habrá consecuencias?? pero AAHH POR SUPUESTO, ese es SU plan.... pero no parece macabro esto?, tu respuesta a esto probablemente será lo que siempre he oído...que es el plan de Dios, que lo sabremos cuando estemos con El, que hay q ser "precario e indigente"(en tus palabras) y someterse a la voluntad de Dios...pero realmente NO VEO la libertad que se supone uno tiene en todo esto, libertad en qué? Ciertamente que hay plan divino, pero nosotros lo conocemos en el camino. El único que podrá decir “este es el plan de Dios” es Jesús, porque “sólo él ha visto al Padre”. Podría extenderme más pero el post es demasiado largo...
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