Era una gran carpa, donde coexistian monitos, que se peleaban por platanitos.
Todos luchaban por los suyos. Y hacian las gracias que les pediamos para obtenerlos.
Era lo unico entretenido de aquel lugar. Todo el tiempo perfeccionando sus gracias para mayor premio. Ya lo habian aprendido hace tiempo. Las rendijas se ubicaban en cuatro esquinas de la carpa por donde los lanzabamos.
Era graciosos verlos a traves de las ventanillas. Caminando todos. Observando su reflejo. Riendose. Peleandose. Naciendo. Era lo unico entretenido de aquel lugar. El resto del tiempo se escuchaban los pasos al otro lado de la pared, encerrando la carpa. Apenas veiamos el brillo de sus guantes, cuando nos lanzaban cuadernillos. A veces un lapiz.