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CAPÍTULO 23 – ERRORES EN LA BÚSQUEDA DE LA AUTOESTIMA


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CAPÍTULO  23 – ERRORES EN LA BÚSQUEDA DE LA AUTOESTIMA

 

Este es el capítulo 23 de un total de 82 -que se irán publicando- en los cuales se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL.

 

 

(Te sugiero que, aunque creas que tienes una buena autoestima, leas lo que sigue. Son algo más que consejos para quien tiene mala autoestima)

 

 

Hay una tendencia inconsciente, injusta y dañina, que consiste en criticar a los demás para sentirse mejor. En las críticas ponemos al descubierto las deficiencias o debilidades ajenas, y eso nos produce un agradable sensación de superioridad. Se nos olvida que nosotros fallamos en otras cosas, pero, el pobre consuelo, es que en el motivo de la crítica, somos mejores. Es una “victoria” fácil, en la que no hemos corrido ningún peligro. Aunque con esto consigamos subir nuestra autoestima, será con una trampa que, para honrados buscadores como somos, no ha de ser admisible.

Quien base su estima personal en las riquezas materiales que haya conseguido, o en el éxito en su trabajo, o en los halagos que recibe de los demás, pero no es capaz de valorar que lo trascendente es la sensación personal e íntima, más que los aplausos externos, pierde la oportunidad de valorarse en lo que realmente es su valor personal y su auténtica realidad. En este erróneo caso, su autoestima será siempre circunstancial y estará condicionada por factores externos, que son ajenos por tanto.

 

 

 

 (Lo que sigue a continuación son extractos de un libro de Nathaniel Branden)

                       

- Nuestras respuestas ante los acontecimientos dependen de quién y qué pensamos que somos. Los dramas de nuestra vida son los reflejos de la visión íntima que poseemos de nosotros mismos. Por lo tanto, la autoestima es la clave del éxito o del fracaso. También es la clave para comprendernos y comprender a los demás.

 

- De todos los juicios a que nos sometemos, ninguno es tan importante como el nuestro propio. La autoestima positiva es el requisito fundamental para una vida plena.

 

- La autoestima esa la suma de la confianza y el respeto por uno mismo.

 

- Tener una autoestima baja es sentirse inútil para la vida; equivocado, no con respecto a tal o cual asunto, sino equivocado como persona.

 

- Tal vez no podamos jamás estar satisfechos con nosotros mismos a causa de la aportación negativa de los demás, o porque hemos faltado a nuestra propia honestidad, integridad, responsabilidad y autoafirmación, o porque hemos juzgado nuestras acciones con una compresión y compasión inadecuadas.

 

- Desarrollar la autoestima es desarrollar la convicción de que uno es competente para vivir y lo merece y por lo tanto enfrentará la vida con mayor confianza, benevolencia y optimismo, lo cual ayudará a alcanzar las metas y experimentar la plenitud. Desarrollar la autoestima es ampliar la capacidad de ser felices.

 

- Alcanzar el "éxito" sin alcanzar una autoestima positiva es estar condenado a sentirse como un impostor que espera con angustia que lo descubran.

 

- Así como el aplauso de los otros no genera nuestra autoestima, tampoco lo hacen el conocimiento, ni la destreza, ni las posesiones materiales, ni el matrimonio, ni la maternidad o paternidad, ni las obras de beneficencia, ni las conquistas sexuales, ni las cirugías estéticas. A veces estas cosas pueden hacernos sentir mejor con respecto a nosotros mismos por un tiempo, o más cómodos en determinadas situaciones; pero comodidad no es autoestima.

 

- Lo trágico es que la mayoría de las personas buscan la auto-confianza y el auto-respeto en todas partes menos dentro de sí mismas, y por ello fracasan en su búsqueda.

 

- La autoestima positiva se comprende mejor como una especie de logro espiritual, es decir como una victoria en la evolución de la conciencia.

 

- El estado de una persona que no está en guerra ni consigo misma ni con los demás, es una de las características más significativas de una autoestima sana. La autoestima es la base de esa serenidad de espíritu que hace posible disfrutar de la vida.

 

- La autoestima es la reputación que adquirimos con respecto a nosotros mismos.

 

- A veces la gente llama "pensar" al mero reciclaje de las opiniones ajenas, no al verdadero pensamiento. La independencia es una virtud de la autoestima.

 

- La auto-aceptación es la prueba definitiva de la autoestima. Aceptarnos a nosotros mismos no significa carecer de afán de mejorar o evolucionar. Lo cierto es que la auto-aceptación es la condición previa al cambio.

 

- Si aceptamos lo que sentimos y lo que somos, en cualquier momento de nuestra existencia, podemos permitirnos ser plenamente conscientes de la naturaleza de nuestras elecciones y acciones, y nuestro desarrollo no se bloquea.

 

- Aceptar no significa necesariamente "gustar"; significa experimentar, sin negación ni rechazo, que un hecho es un hecho. Aunque no guste o no cause placer lo que se ve cuando uno se mira al espejo, aún se puede decir: "Ése ó ésa soy yo, en este momento. Y no lo niego. Lo acepto". Eso es respeto por la realidad.

 

RECORDAR: no sostener una relación de rivalidad con la propia experiencia que se esté viviendo.

 

MEDITAR: sobre esta frase "Lamento mis errores pasados, pero no creo que la manera de redimirme sea empeorarlos rechazando de nuevo mis deseos".

 

Cuando luchamos contra un bloqueo, éste se hace más fuerte; cuando lo reconocemos y aceptamos, comienza a desaparecer, porque su existencia continua requiere oposición.

 

El objetivo es poseer un concepto de nosotros mismos resistente y positivo, y valorarnos más allá de nuestra habilidad o falta de ella en cualquier ámbito concreto, y más allá de la aprobación o desaprobación de cualquier persona.

 

La intransigente severidad hacia nosotros mismos no es algo de lo que nos debamos jactar. Nos vuelve pasivos e impotentes. No inspira cambios sino que nos paraliza. Sufrir es la más fácil de las actividades humanas; ser feliz es la más difícil. Y la felicidad requiere, no que nos rindamos a la culpa, sino que nos emancipemos de ella.

           

 

 

 (Lo que sigue a continuación es de un autor cuyo nombre desconozco)

 

- Es importante que quede claro que la Autoestima no es algo fijo ni inamovible; de hecho, puede cambiarse ya que se va formando a lo largo de nuestra vida. Para que sea potenciada es importante observar los factores que influyen en la formación de la misma porque, conociéndolos, estaremos en condiciones de modificarlos y corregir aquellos aspectos que limitan la confianza en nosotros mismos. 

 

- La forma en que cada quién se percibe y se valora a sí misma, influye en la calidad de vida personal.

 

- La palabra Autoestima está compuesta por dos conceptos, el de "auto" que alude a la persona en sí y por sí misma y "estima" que alude a la valoración. Por lo tanto, podemos definir la Autoestima como la valoración que hace una persona de sí misma.

 

- En nuestra vida cotidiana existen personas o circunstancias que ocasionan que dudemos de nuestra importancia. Por eso hoy en día la frase de Goethe "La peor desgracia que le puede suceder a un hombre es pensar mal de sí mismo", es actual y real.

 

- La Autoestima es parte fundamental de la realización del ser humano porque este amor a nuestra persona nos lleva a una buena salud física y mental, a una mejor productividad y a una mayor creatividad.

 

- La Autoestima permite descubrir nuestras capacidades, además de valorarlas y saber utilizarlas. En pocas palabras, somos capaces de crear, construir y aprender a ser felices.

 

- La Autoestima no nos lleva a un egoísmo o a una actitud soberbia sino a la humildad, pues esto nos permite poner los pies en la tierra; conocernos; saber cuáles son nuestras limitaciones y cuáles nuestras capacidades y a partir de ello, realizarnos como personas.

 

- Cuando la Autoestima es negativa, nuestra salud se resiente debido a la falta de confianza en nosotros mismos para afrontar desde una perspectiva positiva los sucesivos retos que nos presenta la vida, ocasionando que nuestra calidad de vida no sea todo lo óptima que pudiera serlo.

 

 

ALGUNAS CLAVES PARA MEJORAR NUESTRA AUTOESTIMA:

 

- Aceptarnos tal como somos. Para ello hay que tomar conciencia de nosotros mismo cuestionándonos acerca de nuestra autovaloración y reflexionando sobre los modelos familiares y culturales que están influyendo en la opinión que tenemos de nosotros mismos.

 

- Intentar cambiar los modelos negativos por otros positivos que fomenten nuestra Autoestima.

 

- Evitar compararnos con otras personas, puesto que cada persona es única y singular; además, que al compararnos siempre encontramos a alguien que a nuestros ojos es mejor  o más feliz.  

 

 

REFLEXIONES

 

Decía Franco Battiato en una canción “prometo no abandonarme nunca más” y este es uno de los principios básicos no sólo del camino del Descubrimiento, sino de todo el Proceso de Vida: el respeto a Uno Mismo. Porque cualquier cosa que yo no haga por mí, es una falta de respeto; porque cualquier principio mío íntimo, profundo, sincero, que yo no respete, es un atentado contra mí; porque faltarme al respeto en mi dignidad de ser humano, es una afrenta; porque he de respetar mis ideas y mis decisiones, a pesar de los desaciertos; porque he de escuchar la sabiduría de mi cuerpo y respetarla; porque he de respetarme a mí mismo en los momentos de hundimiento.

 

 

MIS PENSAMIENTOS

 

Yo soy Yo y esta es mi situación actual. No la niego. Pero tampoco me voy a estancar en ella. Voy a emprender la noble tarea de restituir mi autoestima al lugar que le corresponde.

 

 

POR SI NO LO SABES

 

EL CONOCIMIENTO HACIA NOSOTROS MISMOS Y LA AUTOESTIMA.

(Basado en algunas ideas de Nathaniel Branden)

 

Es evidente que cuanto mejor nos conozcamos mejor sabremos las necesidades reales que tenemos para sentirnos mejor con nosotros mismos.

La autoestima es un asunto de creencias, emociones y sensaciones. Nuestra realidad casi nunca tiene que ver con la idea que tenemos de nosotros mismos.         Todos los que padecen una autoestima baja tienen tendencia a infravalorarse, desvalorizarse, despreciarse, no aceptarse, sentirse a disgusto consigo, odiarse, maltratarse… en resumen, atentar contra la propia dignidad personal.

La dignidad es el concepto que uno tiene de sí mismo como persona, sobre todo en cuanto a ser merecedor de algo.

 

A la hora de auto-valorarnos no sólo cuenta nuestra opinión más o menos equivocada o pesimista, sino también cómo nos valoraron nuestros educadores, cómo nos afectan el montón de censuras y reproches que nos hayamos hecho, qué opinan y dicen los demás de nosotros, qué creemos que los demás opinan de nosotros pero se callan y no lo dicen… todo ello, y alguna otra cosa más, nos llevan al desequilibrio psicológico y la inestabilidad emocional que es la falta de una autoestima correcta.

Si fuéramos plena y certeramente conscientes de nuestros valores –y esto es fácil si usamos la misma vara de medir para nuestras cualidades que para nuestros defectos-, valores que sin duda tenemos, porque todos somos buenos por naturaleza y todos somos buenos en algo, nos resultaría mucho más fácil convencer a nuestra autoestima de su auténtica valía.

El conocimiento perfecto y absoluto es tarea difícil sin un largo proceso de Descubrimiento y Realización, y no sólo por el hecho de que somos seres en continuo cambio o evolución, sino porque tenemos demasiadas facetas y es difícil llegar a todas.

Lo que sí es posible es conocerse todo lo que se pueda, conocerse más y mejor, y sobre todo conocerse de un modo sincero.

Este conocimiento es imprescindible para tener estabilidad y equilibrio, tanto en el plano emocional como en el psicológico.

El conocimiento justo nos lleva a la valoración justa, que es el preámbulo de la autoestima justa.

No es ecuánime aprovechar el momento de la auto-valoración propia, que ha de ser una tasación intachable, para ponerse todas las zancadillas, para airear todos los menosprecios, o para realizar todas las auto-venganzas pendientes.

Y, aún en el peor de los casos, cuando uno descubre que vale poco –y sólo hará este descubrimiento si se compara con otro, porque comparándose consigo mismo no es posible medir si uno vale poco o mucho-, si uno descubre que cree que vale poco, eso no es importante, porque todos estamos abiertos al crecimiento y a valer más y, además, en este momento, para empezar a mejorar la autoestima, nosotros somos la única materia prima con la que contamos y hemos de aceptarla y quererla con todo nuestro amor.

 

Hay dos formas de valorarse: por lo exterior –por cómo son nuestras acciones, comportamientos, atención a los demás, valores sociales, etc.- o por lo interior –nuestra auténtica naturaleza, la capacidad de amar, generosidad, integridad, etc.-, y tenemos que ser objetivos: ni justificaciones, ni desprecios, pero sí reconocer las limitaciones y no marcar metas imposibles que nos llevarían a la frustración. Seamos realistas en todos los aspectos, como ha de serlo el proyecto que emprendamos de modificación de conductas y de aspiraciones para el presente y el futuro.

 

 

Aquí tienes una propuesta que te harán reflexionar acerca del conocimiento que tienes de ti. Coge papel y bolígrafo y responde.

 

  • ¿Qué palabras utilizarías para describir a la persona que te gustaría ser?
  • ¿Qué palabras utilizarías, sin reparos ni limitaciones, para describirte?
  • ¿Qué distancia consideras, sinceramente, que hay entre las palabras que utilizarías para describir tu yo deseable y las que utilizarías para describir tu yo real?

·         Recuerda y describe lo más específicamente posible, un momento en tu vida en el que crees que te acercaste más a tu yo deseable. ¿Qué pasó en esa situación que te hizo sentir así?, ¿Qué hiciste para cambiar la situación?

·         Igualmente recuerda y describe lo más específicamente posible, un momento en tu vida en el que crees que te alejaste más de tu yo deseable. ¿Qué pasó en esa situación que te hizo sentir así? ¿Qué hiciste para cambiar esa situación?

  • Indica tres valores en tu vida que son esenciales para ti.
  • ¿Tu forma de vivir se corresponde con esos valores?

                                           

 

Según el psicólogo Luis Rojas Marcos, la autoestima es "el sentimiento de aprecio o de rechazo que acompaña a la valoración global que hacemos de nosotros mismos. Esta autovaloración se basa en nuestra percepción de cualidades concretas, como la habilidad para relacionarnos con los demás, la apariencia física, los rasgos de nuestro carácter, los logros que alcanzamos o las cosas materiales que poseemos". También se dice que la autoestima es “la opinión emocional profunda que cada persona tiene de sí misma.” Que es “un estado mental; el sentimiento o valoración personal que hemos aprendido, que podemos variar y mejorar, basado en pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que hemos ido acumulando, asimilando e interiorizando cada uno de nosotros”. Y que la autoestima es el propio concepto que tenemos de nosotros.

Nosotros hemos creado en nuestro interior una imagen propia, consciente o inconscientemente, que nos ofrece la idea de quiénes somos como personas y lo que valemos. Esta idea puede ser real o no, en cualquier caso es nuestra referencia y base para constituir nuestra guía vital, plantear nuestras metas y buscar ayuda externa si lo vemos apropiado.

Estos sentimientos que tenemos en relación a nosotros mismos van a afectar de forma continuada y decisiva en todos los ámbitos de nuestra vida, desde el trabajo a nuestras relaciones familiares, sentimentales, amistosas, etc.

La reacción que tengamos teniendo en cuenta los diferentes acontecimientos que se produzcan, dependerán de quién sea la persona que los realice, y qué puedan pensar los demás de cómo somos.

Lo externo es un reflejo de nuestra vida interna, siendo clave tanto para comprendernos a nosotros mismos, como para entender a las personas que nos rodean. Por todo esto podríamos decir que la autoestima tiene que ver mucho con la idea de éxito y/o fracaso.

Independientemente de los problemas que tienen su origen en aspectos biológicos, prácticamente todas las dificultades psicológicas tienen una parte en la que está implicada la autoestima, que puede ir desde la depresión, angustia, el temor, desorientación vital, consumo excesivo de drogas legales e ilegales, hasta agresiones o inmadurez emocional.

Pensemos que nosotros somos nuestros mayores jueces, por lo que hemos de ser ecuánimes y buscar una autoestima positiva como punto de partida para alcanzar una vida plena.

Podríamos dividir en este caso, la autoestima en dos: un sentimiento de capacidad personal y otro de valía personal.

O dicho de otra forma, podríamos decir que: autoestima es la unión entre confianza y respeto por uno mismo. Se refiere a ese juicio personal, en el cuál cada uno expone su habilidad para afrontar las situaciones vitales, así como su derecho a ser feliz.

 

 

RESUMIENDO

Me atrevo a decir que es el primer paso, o cuanto menos uno de los primordiales y más importantes, sin duda. Mientras no sientas la convicción de que la autoestima es la base sobre la que estás construido, y que todo lo que pongas sobre ti tambaleará si la base no es muy firme, los pasos que des serán vacilantes, inciertos, dubitativos… la autoestima es la medida del respeto y amor que te tienes: falta de autoestima es falta de amor. Y no adecuarla es una falta de respeto casi imperdonable.

 

 

Francisco de Sales

 

           

Si le interesa ver los capítulos anteriores están publicados aquí:

(Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php/board,88.0.html

 

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