buscandome Posted August 5, 2016 Report Share Posted August 5, 2016 LA INSEGURIDAD En mi opinión, en cada persona hay instalada continuamente una sensación de inseguridad, real o sin fundamento, que condiciona bastantes de las acciones o inacciones de la vida. Desde que se nace nos acompaña en muchos o todos los momentos de la vida; rara vez uno se puede deshacer de ella, puesto que cada vez que hay que tomar una decisión importante o grave nos recuerda que está ahí, y nos crea un pequeño caos o nos desmoraliza. Constantemente, ante las situaciones en las que no se tiene una experiencia previa, uno se pregunta lo mismo: ¿será esto lo que tengo que hacer?... ¿me callo o digo lo que estoy pensando?... ¿voy o no voy a ese sitio?... pienso que sí, pero siento que no, ¿qué hago?... ¿estoy seguro de esto o sólo es lo que creo?... Con todas estas dudas que provoca la inseguridad, poco y con mucha dificultad se puede avanzar. Hay muchos tipos de inseguridades, pero ahora no interesa tratar de cómo las encuadra la psicología, sino que interesa el origen de ellas, y ese conocimiento luego lo irá aplicando cada uno a su caso. La esencia de la inseguridad es el temor ante el cambio. Si uno tiene seguridad, fuerza, y fe en si mismo, no teme a las situaciones nuevas que le procure la vida. Si uno duda, teme cualquier cosa que le pueda suceder. La inseguridad se produce cuando hay más de una posibilidad o más de una opinión probable. Uno puede estar seguro de que no llueve ahora, de que es varón, o de que hoy es sábado. Todo ello relativo y en función de unos acuerdos universales, porque “no llueve” aquí, pero seguro que está lloviendo en alguna parte del mundo; es varón, pero seguro que alguien instruido puede hacer ver que también se es hembra porque se llevan algunos de los cromosomas que se les atribuyen a ellas; es sábado según el calendario, pero también puede seguir siendo viernes en alguna parte del mundo o, según la hora de este sábado del ejemplo, empezar a ser domingo en otro sitio. Son cosas que, como he dicho, hemos aceptado en la totalidad del mundo y con ellas nos vamos entendiendo. Pero cuando nos salimos de esas cuestiones casi matemáticas comienzan las inseguridades. Cuando hablamos de sentimientos o de emociones, el sistema de base y medida es distinto; cuando hablamos de estar muy enamorados, no hay máquina ni metro que pueda indicar cuánto; si digo “quiero”, no sé si hablo de “amo” o de “deseo”; si me enfado o no hablo o no voy o aplazo una decisión… no sé si estoy haciendo lo correcto. Debemos entender la inseguridad como parte de la existencia. No rendirnos, sino saber que está ahí y nos va a seguir acompañando. Saber que a pesar de ella hay que seguir viviendo, haciendo, pensando. Saber que es una interferencia debida a una obligación que nos impusieron durante la educación de que todo tenemos que hacerlo bien porque si no, tras ello, hay un castigo, antes físico o psíquico, ahora moral. Surge la inseguridad porque nos preocupa demasiado el resultado de nuestras decisiones y más si en una decisión arriesgamos nuestra economía, nuestra vida sentimental, nuestro futuro, o si en una decisión lo arriesgamos todo junto. La verdad es que nunca nos lo jugamos todo. Aunque se pierda “todo” siempre quedamos nosotros para volver a empezar. Pero esto corresponde más a los miedos. Hay que comprender que las dudas forman parte de la naturaleza humana, pero no permitir que acaben en angustias e inseguridades. Las dudas son la indeterminación ante dos opciones, dos juicios o dos decisiones; es un problema que se crea a nivel mental, porque hay dos posibilidades y no destaca especialmente una sobre la otra. La inseguridad es la falta de confianza en nuestra base cuando tenemos que actuar. La inseguridad produce indecisión y menospreciamiento. La inseguridad frena y mata. La inseguridad coarta el desarrollo natural de aprendizaje y evolución, porque nos para y nos impide seguir en el Camino y en la vida. La inseguridad no es más que otra inaceptación de nuestra realidad y una muestra del desconocimiento de lo profundo que nos habita. Somos humanos, también, y eso implica ser inseguros en algunos aspectos. Si somos capaces de descubrir el origen de nuestras inseguridades, y observar cuáles son los motivos de los que se alimentan, nos daremos cuenta de que si comprendemos nuestras limitaciones actuales, lo que somos en este momento, tanto si nos gusta como si no nos gusta, eso nos dará una tranquilidad que nos permitirá amarnos y aceptarnos como somos; nos permitirá aflojar la rigidez y la excesiva y desmedida auto exigencia; nos permitirá empezar a actuar más con buena voluntad que con codicia en los resultados; nos permitirá equivocarnos, experimentar, aprender, comprender, sin que la no consecución de objetivos se vuelva en nuestra contra. Si conocemos lo profundo que nos habita veremos que no es tan importante lo material, que alguna vez será finito; que no es tan grave confundirse como quedarse sin intentarlo; que más importante que la acción es la moralidad con que se emprende; que la inseguridad es una enseñanza a partir de la cual aprender a tomar decisiones, y nos ayudará a comprender que el hecho de vivir es más importante que el de no acertar. La inseguridad, y esto si es seguro, irá desapareciendo a medida que sea menos importante darle satisfacciones al ego y que seamos capaces de desdramatizar la vida y lo que nos pase en ella. Pero si para ti se ha convertido en un problema serio, conviene revisar la Autoestima y ponerse en contacto con un profesional que pueda ayudar. Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales (Si te ha gustado, ayúdame a difundirlo compartiéndolo. Gracias)Más artículos en: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?action=forum Link to comment Share on other sites More sharing options...
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