buscandome Posted February 18, 2013 Report Share Posted February 18, 2013 “No hay que renunciar al pasado porque seamalo, sino porque está muerto” (Tony de Mello) Efectivamente,no hay que renunciar al pasado porque sea malo, ni hay que engancharse a élporque fue bueno: hay que dejarle seguir en el recuerdo, más o menos vivo, perocomo invitado silente al que se acude cuando uno quiere, pero, mientras, noentorpece y estorba. El pasado es laforma en que llamamos a todo lo que pasó justo antes de este momento. Está compuestopor todas las vivencias que tuvimos, por los bellos mensajes que nos dejaron lascosas cuando sucedieron, o por las heridas que nos causaron; por las personasque tratamos, por los sueños que tuvimos, por las alegrías y las decepciones,por los besos y las heridas, por lo que hicimos y por lo que no hicimos. Se alimenta,casi siempre, de nostalgia o de arrepentimiento. No tiene entidad.No se puede tocar, ni se puede ver: sólo unas fotos o unos documentos escritosdejan constancia de que una vez fue presente. Pero el pasadono es lo que archivamos en la mente, porque ésta siempre se encarga de dar suversión particular y de añadir o quitar, según los intereses de cada uno deesos recuerdos; además, olvida, o deja que el tiempo redondee las aristas comohacen los ríos con las piedras. También permite que, desde que se crearon losmalos recuerdos, engorden desaforadamente hasta salirse de su realidad. Nuestro pasado,en muchísimas ocasiones, no es la realidad de lo que pasó, sino una opinión delo que sucedió. Al pasadoacudimos mediante el recuerdo, y por supuesto que tenemos que recordar elpasado, pero con el fin de sentirlo como un fundamento de nuestro ser, como unafuente de experiencias y aprendizaje; eso sí, recordando siempre de formainstantánea que no está ocurriendo “ahora”, que no es nuestro “ahora”. La mayoría delas veces caemos en la trampa que nos tiende: los momentos del pasado afloran ala mente consciente (parece que esto lo impulsa el deseo de evolución) ytendemos a creer que estamos reviviéndolo. Esto trae elpasado al “ahora” con tal intensidad que lo remplaza. Si es así, entoncesperdemos contacto con la correcta prioridad del tiempo, porque la personatiende a responder a las mismas situaciones o las mismas respuestas, hasta quees consciente de su “ahora” y de su deseo de actuar como “ahora”. Es muyimportante comprender claramente este último aspecto de su utilización, porque,en muchas ocasiones, tenemos tendencia a acudir al pasado e instalarnos en él,que no es lo mismo que traerlo a nosotros para recordarlo, disfrutarlo, oaprender. Lo explico: Esta es unarepresentación imaginaria de nuestro paso por los años: partimos de cero yvamos hasta el último. No es correcta porque no vamos por los años, sino quesiempre estamos en el presente, en hoy.Pero, para quiensiga utilizando esta forma y hasta que se dé cuenta de que no es así, le cuentodónde está el error de la utilización del pasado.Yo estoy en unpunto de mi vida hoy (por ejemplo, 40 años) y voy hacia el final (por ejemplo,80 años), si me ocupo en volver al pasado, hacia los 20 años, hacia los 30años, no avanzo, sino que me detengo, e incluso retrocedo. La actitudcorrecta es traer esa etapa o situación pasada al día de hoy, que venga ella,que me acompañe durante un momento en mi actualidad o mi caminar, y, después,ella misma regrese al sitio donde debe estar. La diferenciaentre las dos posturas es evidente: si yo voy a mi pasado y me instalo en él,sintiendo como sentía en el pasado, aferrado a lo que ha pasado, pensando yactuando como en el pasado, no estoy viviendo en mi presente, no sigocreciendo, no conozco nuevas tierras ni más amplios horizontes. En cambio, sitraigo con el recuerdo, serenamente, algo que ya ha pasado hasta el díapresente, sin dejar ni un solo instante de estar aquí, en mi actualidad, yosigo en mi Camino y él me acompaña durante un rato. El pasado estálleno de enseñanzas, no hay duda, de las cuales hemos visto algunas y otrasquedan escondidas, porque entonces no las vimos o no las quisimos ver. Suele pasarmucho con las situaciones pesarosas del pasado, que sólo hemos extraído deellas el sufrimiento y nos hemos quedado sin aprehender la lección, con lo cualcorremos el riesgo más que probable de que se vuelva a repetir. Por supuesto quees bueno volver a traer esas situaciones al presente, pero para examinarlas ala luz serena del presente, sacar el jugo que llevan, y sacar la advertencia oel consejo. No ha de dolerhurgar un poco más allá de donde está el sufrimiento, porque justo inmediatamentedetrás aparece en toda su magnitud la lección de esa experiencia. Y es importanterevisar las actitudes del pasado, porque en muchas ocasiones, y sin serconscientes de ello, estamos actuando de acuerdo a ellas. La constanterepetición de fobias, experiencias y traumas del pasado siguen manteniéndonos ancladosdolorosamente en el pasado. Fíjate en esto:no hay “hábitos” en el “ahora”, porque el “ahora” está naciendo constantemente;el “ahora” es siempre una nueva experiencia a través de la cual existe unsentimiento de novedad en todas partes. El “ahora” es virgen, y en el “ahora”está todo por hacer y se puede hacer del modo que uno decida libremente hacer. Traer el pasadoal presente, con ánimo de aprendizaje, es una buena decisión, porque es através de eso donde podemos encontrar lo que se llama la mente programada. Consiste endarse cuenta de que la educación, las vivencias, y los modos de actuar delpasado. Si no los actualizamos, siguen mandando en nosotros, haciéndonos funcionarde una manera mecánica y con los datos que nos inculcaron entonces o quearrastramos desde entonces. Podemos estudiarmuchas cosas y darnos cuenta de muchas otras, pero si no vamos al origen dondenacieron las tomas de decisiones y las formas de acción, el sitio donde esta elcontrol de mando, y si no comprobamos si funciona de forma autónoma einconsciente, o si no somos capaces de actuar de forma fresca y distinta encada una de las situaciones, nunca sabremos cuánto hay de libertad y devoluntad propia en cada uno de los pensamientos que nos nacen; nunca sabremosquién nos ha dicho lo que tenemos que hacer, por qué y cómo; nunca sabremos cuántode miedos infantiles o de educación equivocada seguimos arrastrando; nuncasabremos si estamos siendo lo que podríamos ser o si seguimos regidos por unamente programada que no sabe salirse de la repetición constante de la mismarespuesta al mismo estimulo. Sería buenopreguntarse, ¿Realmente estoy siendo YO?... ¿O me manda estamente que me habita, convertida en dictadora?... ¿Seguro que sedistinguir entre yo y mi mente?... Es muyimportante desde el presente ver el pasado y tomar consciencia y posesión delpresente, para inaugurarlo todo: desde una forma distinta de pensar (en el casode lo que sea necesario modificar, ya que no hay que modificar todo y porquesí) hasta una nueva concepción de la manera de sentir o de vivir. Es bueno revisarsi en el presente sigues creyendo y arrastrando cosas del ayer. Por ejemplo, sitienes un complejo de que eres mal dibujante porque en el colegio sacabas malasnotas en dibujo… ¿Qué te importaahora? ¿Por qué siguessintiendo dentro de ti una incapacidad que no te sirve para nada, pero que encambio tiñe una parte de ti de un color sobrio? ¿Qué importa queen el colegio fueras un mal portero y te metieran muchos goles y el resto decompañeros se burlasen de ti? Ya no estás enel colegio… Ser mal porterocorresponde al pasado… ¿No podríasperdonarte por aquello –o borrarlo completamente con todas sus secuelas- ycomenzar de nuevo? ¿Qué importa quetu madre dijera que eras una mala cocinera porque te costó trabajo aprender? ¿Acaso no sabescocinar ahora? ¿Qué importa quefueras el patito feo del baile, si ahora has descubierto que hay otros tipos debelleza? Ya sabes que nose ha de ser el mejor de todo, ni el que más de nada, sino que se ha de serquien se es; ser uno mismo, hasta donde se llegue, hasta donde se pueda. El pasado puedeconvertirse en una atadura implacable que lucha con fiereza para mantenernos asu lado. El pasado no nossuelta, como si fuéramos su más codiciada presa; nos engaña diciéndonos que éles la experiencia que ya hemos pasado y que ahí podemos estar tranquilos; elpasado engatusa, nos miente diciendo que nosotros somos el pasado; el pasadodesmiente al futuro y proclama que solo él es cierto, y nos embaucarecitándonos el refrán que dice que “vale más malo conocido que bueno porconocer”; el pasado nos ata, y nos estanca; nos corta las alas, y nos intentaconvencer de que no podemos escapar de él, porque contiene y mantiene cosas dela que tenemos que arrepentirnos y por las cuales aún hemos de sufrir un pocomás. Y no es cierto. El pasado noexiste. El pasado esalgo que murió hace tiempo. Lo único que aúnqueda es el fantasma de su paso, pero hemos de tener la seguridad y la paz desaber que no puede seguirnos, ni puede atraparnos, ni puede enviarnos susdemonios… si no estamos abiertos a aceptarlos. Tomar concienciadel presente, sabiendo que es en el presente donde estamos todo el tiempo –yque podemos tomar libremente las decisiones que queramos por propia voluntad-,y tomar la firme y sensata decisión de escapar de las malas influencias delpasado –poniendo al mismo tiempo a buen recaudo todas las buenas-, es una laborardua y gratificante que sería bueno que ocupara todo el tiempo que está porvenir. Será estupendoescapar de las malas influencias de esa parte cruel del pasado que nosrecrimina y nos fuerza negativamente, y empeñarse en la noble tarea de construirun presente descondicionado, libre, grato y gratificante. Te dejo con tusreflexiones… (Francisco deSales, es el creador de la web www.(Palabra Censurada, está prohibido el SPAM), para personas interesadas enla Psicología, la Espiritualidad, la Vida Mejorable, el Autoconocimiento y elDesarrollo Personal) Link to comment Share on other sites More sharing options...
l4m3l0_7u Posted February 20, 2013 Report Share Posted February 20, 2013 Como siempre excelentes reflexiones, que por cierto, nunca están demás. Saludos y gracias. Link to comment Share on other sites More sharing options...
Diiego777 Posted March 20, 2013 Report Share Posted March 20, 2013 muy buena reflexion Link to comment Share on other sites More sharing options...
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