Al Borde Del Abismo

[Lucas_Z]

Abrí los ojos, sentándome en la cama. Otro día comenzaba, otra batalla debía ser ganada, partí hacia la ducha raudamente mientras pensaba en que me depararía este nuevo día. Luego de vestirme, bajé las escaleras de la casa de la familia, esperando que alguien notara mi presencia. Me dirigí hasta el salón principal, siempre abarrotado de gente en épocas pasadas, sin embargo nadie se encontraba allí.

 

-¿Hola?-pregunté, deseando que mi voz fuese escuchada.

 

Pero nadie contestó, observé el reloj que usualmente llevaba, era tarde ya, lo que hacía aún más raro que la casa se encontrase vacía. Exploré cada habitación buscando por mis seres queridos, aunque en vano. Al convencerme de que estaba solo, decidí salir de allí y descubrir que ocurría.

 

Caminé hasta el jardín de entrada, mirando en todas las direcciones. No podía escuchar ningún ruido urbano, siendo que la ciudad era bastante bulliciosa, fue entonces cuando comencé a preocuparme. Entré a la casa de al lado, donde vivía una agradable familia, no obstante estaba igual de abandonada que la mía propia.

 

Volví a salir a la calle, sin poder entender nada de lo que estaba sucediendo. Caminé por todas las casas vecinas, buscando rastros de vida. Estaba empezando a desesperarme, era imposible que de la noche a la mañana desapareciera toda la gente, ¿Dónde estaban? ¿Qué era lo que estaba pasando?

 

Tomé prestada una moto que pertenecía a alguien de por allí, necesitaba investigar, averiguar sobre la situación. Manejé por las diversas calles de la ciudad, observando, explorando, buscando alguna señal, empero no encontraba nada más que soledad. Todo estaba abandonado, casas, tiendas, grandes centros comerciales, escuelas, las calles, era como si nunca hubiese vivido nadie en aquellos lugares.

 

Conduje nuevamente a casa, sentándome en la entrada. Solo, desesperado y asustado, ¿Qué es lo que haría? ¿Cómo podría continuar?, sentía un gran vacío dentro de mi ser, y las lágrimas brotaron naturalmente, como si siempre hubiesen estado allí, preparadas para salir. Un largo y desgarrador grito emergió desde lo profundo de mí, necesitaba expresarme, sentirme acompañado, no podía soportar el sentimiento que crecía implacable en mi corazón.

 

Entré a la casa y tomé el teléfono, buscando oír algo, entonces, para mi sorpresa, una voz me habló:

 

-¿No era esto lo que querías? ¿No eras tu quien quería vivir solo, alejado de todo y de todos?

 

Colgué el teléfono más asustado aún, en ese momento comprendí que era mi propio subconsciente, jugando conmigo, en la fragilidad que me encontraba. Subí hasta mi habitación, no haría nada más, me quedaría ahí, esperando a que la muerte me llevase, no tenía nada por lo que luchar, nada por lo que seguir adelante. Me acosté y cerré los ojos, esperando que ocurriese lo más pronto posible…

 

En aquel momento desperté, estaba temblando y respiraba pesadamente, antes de poder hacer nada escuché la voz de una mujer que me decía

 

-Buenos días…