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no me di la japa de leer las historias ahora, asi k las pongo nomas si no les gusto no aleguen :yaoming:

 

La trampa

 

En Berlín, después de la Segunda Guerra Mundial, había poco dinero, muy poca comida y todo el mundo estaba hambriento.

En aquel entonces la gente contaba la historia de una mujer que vió a un hombre ciego por cruzar la calle y se ofreció a ayudarlo. Ambos se pusieron a hablar y el hombre le pidió un favor: llevar una carta a la dirección escrita en el sobre. Como a la mujer le quedaba de pasada para su casa aceptó.

 

Cuando se disponía a llevar la carta volteó a preguntarle al ciego si había algo más que pudiera hacer por el pero el hombre se iba corriendo entre la multitud sin su bastón ni sus lentes oscuros. Sospechando del hombre, llevó la carta a la policía.

 

Cuando los policías fueron a la dirección que indicaba el sobre, se encontraron con una macabra escena: tres carniceros cortaban carne humana y se la vendían a la gente hambrienta.

¿Y que había en el sobre que le dió el hombre ciego a la mujer? Solamente una nota que decía: "Esta es la última que les mando por hoy"

 

 

Las fotografías

Hace unos meses una amiga mía, que es una fotógrafa por naturaleza y con mucho futuro, decidió pasar un día y la noche sola en los bosques fuera de nuestra ciudad. Ella quiso conseguir las fotos de los bosques y la fauna tan naturalmente como ella podría para su portfolio. No tuvo miedo de estar sola, porque ya había acampado por su cuenta muchas veces antes. Estableció una tienda en medio de un pequeño claro y pasó el día tomando fotos. Se llenó cuatro rollos de la película por aquel viaje, pero algo era extraño sobre ellos. Lo que vio en aquellas fotografías se ha quedado con ella desde entonces, y todavía trata de reponerse del trauma le han causado.

Casi todas las imágenes fueron normales, salvo una imagen en cada rollo de la película. Estas fotos eran de ella, dormida en su tienda en medio de la noche

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no me di la japa de leer las historias ahora, asi k las pongo nomas si no les gusto no aleguen :yaoming:

 

La trampa

 

En Berlín, después de la Segunda Guerra Mundial, había poco dinero, muy poca comida y todo el mundo estaba hambriento.

En aquel entonces la gente contaba la historia de una mujer que vió a un hombre ciego por cruzar la calle y se ofreció a ayudarlo. Ambos se pusieron a hablar y el hombre le pidió un favor: llevar una carta a la dirección escrita en el sobre. Como a la mujer le quedaba de pasada para su casa aceptó.

 

Cuando se disponía a llevar la carta volteó a preguntarle al ciego si había algo más que pudiera hacer por el pero el hombre se iba corriendo entre la multitud sin su bastón ni sus lentes oscuros. Sospechando del hombre, llevó la carta a la policía.

 

Cuando los policías fueron a la dirección que indicaba el sobre, se encontraron con una macabra escena: tres carniceros cortaban carne humana y se la vendían a la gente hambrienta.

¿Y que había en el sobre que le dió el hombre ciego a la mujer? Solamente una nota que decía: "Esta es la última que les mando por hoy"

 

 

Las fotografías

Hace unos meses una amiga mía, que es una fotógrafa por naturaleza y con mucho futuro, decidió pasar un día y la noche sola en los bosques fuera de nuestra ciudad. Ella quiso conseguir las fotos de los bosques y la fauna tan naturalmente como ella podría para su portfolio. No tuvo miedo de estar sola, porque ya había acampado por su cuenta muchas veces antes. Estableció una tienda en medio de un pequeño claro y pasó el día tomando fotos. Se llenó cuatro rollos de la película por aquel viaje, pero algo era extraño sobre ellos. Lo que vio en aquellas fotografías se ha quedado con ella desde entonces, y todavía trata de reponerse del trauma le han causado.

Casi todas las imágenes fueron normales, salvo una imagen en cada rollo de la película. Estas fotos eran de ella, dormida en su tienda en medio de la noche

 

las agrego al index, gracias por aportar.

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La niña del río

 

En esta oportunidad, envío una experiencia que tuvo mi abuelo cuando trabajaba en las minas de Michoacán, México, hace aproximadamente más de 50 años.

Mi abuelo, para trasladarse a la mina tenía que levantarse a las 3 de la madrugada para iniciar su camino a pie por el monte, así mismo pasaba por la orilla de un rio, y en una ocasión, vio una pequeña niña vestida a la moda antigua (en esa época habrá sido de mediados de 1800) que le hacía señas, y cuando se acercaba la niña desaparecía. Así transcurrieron varios días en que al pasar por la orilla del río mi abuelo veía aquella aparición, y al comentarle a sus compañeros de trabajo (mineros rudos de provincia, no se mofaban, como pudieran pensar ustedes, sino al contrario, se santiguaban con temor y le decía a mi abuelo -”Háblale al ánima Flaviano, a lo mejor te lleva al enterradito”-. (Enterradito llamaban ellos a un “tesoro” enterrado que posiblemente estuviera custodiando el ánima o aparición y por lo mismo no podía descansar).

 

Un día de descanso -raro en aquellos tiempos- mi abuelo se levantó pensando que se le había hecho tarde. Recriminó y reprendió a mi abuela (que apenas contaba con 14 años de edad, cosas de la época), salió corriendo por la vereda hacia la mina; ya estaba clareando y se extrañó de no encontrar a ninguno de los trabajadores por el camino, hasta que llegó a la orilla de aquel rio y se acordó que no había trabajo.

 

Aquel día, dispuesto y más molesto aún, dio media vuelta para regresar a casa cuando de pronto vio a esa niñita de no más de 5 años con un vestido inmaculadamente blanco y sus botitas blancas también sin una mancha de tierra o lodo. Mi abuelo se acercó y le preguntó:

- ¿Qué haces aquí solita, criatura del señor, estás perdida?.

La niña le contestó:

- Sí, hazme un favor, llévame al otro lado del rio, de aquel lado está mi casa y si me atraviesas te daré todo lo que quieras. Mis papás tienen mucho dinero.

 

Mi abuelo, con desconfianza y trabajando su mente a mil por hora, pensó ¿cómo es posible que una niña de esa edad esté por aquí, a estas horas y en época de lluvias sin una sola mancha ni siquiera en los zapatos?.

La niña le volvió a decir:

- Ándale señor, cárgame y llévame al otro lado del río, esta es la parte menos onda y no me quiero ensuciar, te daré todo lo que quieras.

 

Ante la insistencia de aquella niña mi abuelo accedió a llevarla pero sólo hasta la mitad del rio. Cuando se acomodó a la niña en la espalda ella le inquirió:

- Solamente no vayas a voltear oigas lo que oigas, del otro lado estará una gran vasija de monedas, pero no vayas a voltear.

 

Cuando le dijo esto ya iba por la tercera parte del río, cuando empezó a sentir que el peso que traía a sus espaldas empezaba a ser cada vez mayor, y cuando quería voltear a ver qué pasaba, la voz de la niña le decía:

- No voltees por favor, apúrate, ya falta poco…

 

Cuando le faltaban unos cuantos metros para llegar a la orilla, la curiosidad fue más fuerte que aquel hombre, y al voltear cuál fue su sorpresa, que en vez de encontrar a la niña en sus espaldas encontró a una víbora (así la llamó él) enorme y gruesa con unos grandes colmillos y baba espesa que escurría por sus fauces. Al ver aquello mi abuelo gritó espantado “Ave María Purísima” al tiempo que aventaba aquella cosa al río.

 

En eso aquel ser le dijo:

- Te dije que no voltearas, ya te faltaba poquito. Señor, ¡¡¡ándale, llévame!!!.

 

Mi abuelo no hizo caso y se empezó a alejar sin dar la espalda a aquel ser cuando éste se sumergió, y al sumergirse vio cómo al otro lado del rio empezaba a “arder” (expresión que aplican cuando hay una luz irradiando cierta parte del campo, la cual dicen, es ahí donde está el “enterradito”).

 

Bien, mi abuelo corrió a su casa y no contó lo sucedido hasta varios días después, con sus amigos del trabajo, los cuales le recriminaron que por qué no había escarbado adonde vió “arder”. Mi abuelo objetó que eso no era para él, que era cosa del demonio… Así pasaron varios días hasta que dos de sus amigos desaparecieron. Uno nunca lo encontraron y al otro lo hallaron vagando por el rumbo de la orilla del río repitiendo lo siguiente: “Yo te llevo al otro lado del río, yo te llevo al otro lado del río…”

 

Y antes de morir, ese amigo, en un destello de lucidez, les comentó cómo fueron la otra persona y él al lugar donde les dijo mi abuelo que había visto “arder” y en donde aventó a aquel monstruoso ser, y que lo único que recuerdan es a la niña pidiéndoles le ayudaran a atravesar el rio.

 

Así que ya lo saben, sin en algún lugar del campo les ocurre o ven gente extraña, sigan su camino, no por ambiciosos vayan a vender su alma al diablo.

 

 

Aniversario de muerte (donde la he escuchado antes :tonto:)

 

 

Es una noche cerrada cuando un muchacho que vuelve a casa en su coche descubre en el borde de la carretera una chica que hace autostop. La chica parece aterrorizada y helada, por lo que el chaval decide pararse, ayudarla y acompañarla a casa. Como suponía, ella estaba helada, por lo que le presta su chaqueta. La chica no es muy habladora así que es él quien habla casi todo el trayecto.

 

A la mañana siguiente el muchacho se da cuenta que la muchacha se llevó su chaqueta a casa. Para recuperarla (y para volver a verla, pues le gustó) decide volver a la casa de ella, donde la había dejado la noche. Cuando llama a la puerta una señora no muy mayor, pero sí desmejorada, le abre la puerta. Él le explica lo sucedido y pregunta por su hija. Conforme el relato del chico avanzaba la mujer palidecía más y más. Terminó rompiendo a llorar.

Tras recuperarse del shock inicial, la mujer le pide un momento al chico, entra al interior de la casa y vuelve al poco tiempo con una foto. Se la muestra al chico. Es una foto en la que sale la chica de la noche anterior. La dama llena de dolor y con la cara llena de lágrimas le cuenta que la chica era su hija. Era. Murió en un accidente de coche un año atrás en la misma carretera en la que supuestamente la encontró. La noche anterior exactamente era el aniversario de su muerte. El chico, escéptico, va al cementerio a comprobar si es cierto lo que dice. Y allí el terror le inmoviliza y le hace palidecer. Sobre una tumba, la tumba de la muchacha, estaba su chaqueta.

 

 

 

El misterio está en el sótano (si son fomes = sirven??)

 

 

Tras una agobiadora semana de trabajo, me alejé de la ciudad para descansar en mi casa de campo. Era de noche, y me encontraba sentado en el sillón examinando cada una de las luminosas ramas del árbol navideño que hace días habíamos armado con Simona.

 

Ella siempre había sido mi compañera de juegos y nunca fue vista en mi familia como una criada, incluso reemplazó a mi madre tras su misteriosa desaparición.

 

Seguí observando fascinado el árbol; si se miraba con cuidado se podía ver cómo de sus imponentes ramas se desprendían multicolores destellos de luz, como si fueran rayos de sol que inundaban cada rincón de la habitación.

 

Encendí las luces del living para poder leer un exótico libro que traía a mi mente gratos recuerdos de la infancia, pues había encontrado en sus líneas compañía para mis ratos libres. Abstraído leía palabra por palabra, página por página... en esos momentos, no existía el mundo a mi alrededor.

 

Sin embargo, el idílico momento fue interrumpido por un extraño ruido proveniente del exterior de la casa. No le di demasiada importancia, pues se acercaba una gran tormenta y el viento seguramente había tirado algo, pensé en ese momento.

 

Pasaron unos minutos y no había podido concentrarme nuevamente en el libro. El zumbido del viento siempre me había llamado la atención y esta vez no fue la excepción. Yo creo que se oye como almas en pena que aúllan por ser liberadas de su agonía.

 

En ese momento otro extraño ruido interrumpió el agudo silbido y en mi mente se comenzaron a tejer todo tipo de paranoicas sospechas: todo hacía suponer que había alguien merodeando la casa. Los típicos miedos infantiles a la oscuridad y a los monstruos se adueñaron de mí. Sólo de pensar en un asesino acechando, la piel se me helaba.

 

Por suerte no estaba solo; inmediatamente llamé al mayordomo y a Simona y les dije:

 

- No pierdan un segundo, verifiquen que todas las ventanas y puertas estén completamente cerradas, escuché ruidos extraños fuera de la casa.

 

Ansioso no podía parar de moverme, estaba alterado, necesitaba tener alguna noticia. Inesperadamente se fue la luz y los rincones, antes iluminados por las luces navideñas, se ensombrecieron nuevamente.

 

Tanteando en la espesa oscuridad, hallé varios candelabros con velas que tenía reservado para estas ocasiones. Las encendí, pero no servían de mucho, pues la habitación era espaciosa.

 

El transcurrir del tiempo comenzó a calmar mis nervios, finalmente pude sentarme en el sillón a la espera de noticias. Mis ojos se detuvieron en un punto fijo ubicado en el centro de la flameante llama de una vela. Por un momento creía que todo era un sueño, me sentía transportado, fuera de mi cuerpo, estaba como en éxtasis; me encontraba en una formidable e ininterrumplible paz interior. Pero el azotar de una puerta me hizo reaccionar. Provenían de una pequeña puerta del exterior de la casa que daba al sótano y que personalmente me había encargado de cerrar con llave ¿cómo era posible que el viento la abriera?

 

Sin darme cuenta, me encontraba frente a la portezuela externa que se agitaba violentamente contra la pared. Me detuve unos segundos a observar desde el exterior el profundo y oscuro sótano; sólo los fuertes relámpagos lo iluminaban hasta el fondo. Desde esa perspectiva, lucía como si se hubiesen abierto las puertas del infierno.

 

Las gotas de lluvia me recorrían todo el cuerpo empapándome cada vez más. El viento y los portazos me desconcertaban. Sin pensarlo, cerré bruscamente la portezuela y de pronto una fuerza inexplicable me obligó a bajar la vista, descubriendo bajo mis pies un charco de lodo y sangre. Aterrado corrí enloquecido hacia mi casa, entré rápidamente y cerré la puerta principal con llave.

 

Mientras me secaba pensé: “¿Quién había abierto la portezuela del sótano?, ¿De qué o quién era la sangre enlodada?. Armándome de coraje tomé el candelabro más grande y abrí lentamente la pequeña portezuela interna que conducía al sótano. Comencé a bajar las escaleras. El crujir de cada peldaño aumentaba mi temor e incluso me asusté de mi propia sombra. Llegué al suelo del sótano y rápidamente mis zapatos se mojaron, pues estaba todo húmedo por la lluvia. Dirigí la luz hacia todos los rincones, pero no se veía más que libros y estantes viejos repletos. Todo era muy sombrío, pero mi agudizada vista descubriría el menor movimiento, estaba en alerta continua. Hacía mucho tiempo que no visitaba el sótano; al ver esos sucios objetos, comencé a recordar tiempos lejanos de cuando éste lugar estaba prohibido y mi imaginación de niño me llevaba a pensar en las más sorprendes historias.

 

De repente sentí los extraños ruidos muy cerca de mí, ahora los pude distinguir mejor; parecían como pezuñas que golpeaban enérgicamente sobre el suelo y el de una cadena arrastrándose lentamente. El piso de madera comenzó a crujir cada vez más fuerte, y los inexplicables ruidos se aproximaban hacia mí, pero no lograba ver nada. Mi corazón comenzó a latir fuertemente, y las gotas de sudor recorrieron mi cara, casi estaba paralizado de terror. En ese instante comencé a recordar todos los momentos más importantes de mi vida, desde mi comunión, mi casamiento, mi familia, en Dios. Súbitamente un grito de Simona me llamó desde arriba:

 

- ¡Señor, señor! Venga rápido, apresúrese.

 

Sin esperar, subí corriendo las escaleras, pero un peldaño cedió y mi pierna quedó atrapada. Eran totalmente en vano los esfuerzos que hacía por liberarme y mi desesperación aumentaba, pues los extraños ruidos se acercaban continuamente. En esos instantes de desesperación vi la silueta de Simona bajando hasta donde me encontraba y con todas sus fuerzas intentó liberarme. Pero repentinamente, dejó de ayudarme; sorprendido miré su rostro, la sensación que sentí al ver su tez absolutamente pálida fue inexplicable. Parecía como si ella hubiese visto la cara de la muerte.

 

- ¡Qué es eso! -gritó Simona.

 

Logré liberar mi pierna y sin mirar hacia atrás, subí despavorido las escaleras junto a ella. Al llegar al living, aseguré la portezuela con una vara de hierro. En ese momento llegaron apurados mi mayordomo Jaime y mi cocinera Juana. Él dijo:

 

- Señor, escuchamos los gritos. ¡¿Qué ocurrió?!

 

- ¡Hay algo en el sótano! Simona es la única que lo vio -dije sin aliento-.

 

Comenzamos a mirarnos todos los rostros, un silencio largo invadió el ambiente: mi criada Simona no estaba con nosotros

 

 

 

El fantasma de la escalera (y si no las leo?? :yaoming:)

 

 

Desde hacia muchísimo tiempo, sabía con seguridad, que entre los antiguos y descuidados muebles de mi casa y la melancolía reinante de cada habitación, una solitaria y torturada alma vagaba en busca de un consuelo. Sin encontrarlo, pasados numerosos años, su dolor se acrecentó hasta limites insospechados, haciendome notar con mayor intensidad su presencia. Muchas noches he pasado con la inquietud en mi sangre tras haber sentido alguna manifestación suya, de la índole que fuese y haberme hecho estremecer mientras que todos los habitantes cercanos a mi casa descansaban. Sin embargo, nunca tuve valentía para preguntar o gritar al fantasma, por miedo a estar loco o por propia vergüenza ajena, pero, si, lo sabía.

 

El lugar para mis adentros más odiado de la casa era la escalera principal, situado en el ala norte de esta, justo enfrente de las puertas delanteras, que conducían a todas las habitaciones de la casa, directa o indirectamente. Cada vez que me acercaba a ella, un sentimiento de desolación y tristeza asolaba mi frágil alma, obligándome a alejarme lo más rápido de ella y convirtiendo un simple camino a las plantas superiores en una ola de nerviosismo. Fue muy duro convivir con el fantasma y más con mi alma acongojada de su presencia, por lo que, desesperado, intenté encontrar alguna solución racional.

 

Pensé que cambiando algún objeto de lugar el problema desaparecería, pero me equivoqué, el sentimiento de soledad y tristeza siguió persistiendo. Una noche, decidí cambiar algún objeto cercano a la escalera o que tuviese que ver con el recibidor. De hecho, no lo cambié por otro, si no que lo aparté a la habitación más recóndita de la casa y a la que menos accedía. Esa misma noche volví a escuchar los habituales ruidos con los que solía dormir, por lo que supe con seguridad que el procedimiento no había dado resultado. Tras vanos intentos con sillas, jarrones, esculturas y cuadros, di por terminado el trabajo y me puse a trazar algún plan para dar caza al fantasma.

 

Lo primero que se me vino a la cabeza fue la idea de dormir frente a la escalera para poder sentir mejor al fantasma, pero tenía realmente miedo, no estaba habituado a tratar con estos seres extraños y temía por mi vida. Pese al miedo, esa misma noche me dispuse a desplazar uno de los sofás del salón justo enfrente de la escalera, ya que la cama pesaba realmente mucho, y a colocar en uno de los muebles de trofeos unas cuantas velas para no quedar en completa oscuridad durante la noche.

 

Hacia las once de la noche, cuando por entonces ya había oscurecido debido al invierno, los ruidos comenzaron. Yo ya me encontraba tumbado, con la inmensa escalera como guardián y cinco velas iluminando parte de esta. El resto de la escalera no era visible, pero los ruidos si eran audibles, de hecho, perfectamente y provenientes de la parte alta de la escalera. No sabía de que se podía tratar.Quizás sea un ratón o el crujir de la antigua madera Pensé para tranquilizarme, pero los ruidos no cesaban ni un momento. Mis sospechas se vieron fundadas tras permanecer un largo rato escuchando. Era la madera la que crujia, de hecho, el continuo ruido me llevó consigo a la profunda inmensidad del sueño, encontrandome a la mañana siguiente perfectamente descansado pero sin un dato fiable al que aferrarme en la busqueda de un nuevo plan para dar caza al fantasma.

 

Tardé largos ratos pensando, entre el café de primera hora de la mañana y el precioso espectáculo que formaba el atardecer en el horizonte, para tramar mi nuevo plan. Esta vez debía ser lo más cauteloso posible ya que tendría que ocultarme de su "vista" para no alertarle. Mi plan consistía en, básicamente, intentar captarlo con mi linerna. Durante la noche rondaría aldedor de la escalera y el recibidor con sumo cuidado y con la linterna apagada hasta notar su presencia, cuando entonces, yo encendería la linerna rápidamente y lo captaría averiguando quien es y librandome de la duda que tenía desde hace años.¡Si! ¡Era buen plan!

 

Aquella noche, con el estómago lleno de cafés para matar el insomnio, me aventuré cercano a la escalera con la linterna apagada. También cuidé de no dar pasos que pudieran ser audibles fácilmente por el fantasma. Cruzé, delante de la escalera, el recibidor y entré por un largo pasillo situado a la derecha del recibidor. Aquello más que una escalera parecía una tenebrosa cueva. Lentamente, empecé a andar por el pasillo mientras mi corazón palpitaba más intensamente que nunca y comencé a divisar algo que se movía al fondo de este. No sabía lo que era y ese sentimiento de miedo se vió reforzado por las numerosas estatuas medievales y barrocas que colgaban de las paredes donde un fino hilo de luz iluminaba sus demoníacas caras y me atormentaban persiguiendome hasta el interior de mi subconsciente. Yo, mientras tanto, seguía dando lentos y forzados pasos dejando tras mía la escalera y adentrándome en el pasillo. Aquella cosa seguía moviéndose y no se cansaba nunca, describiendo una parábola en el aire; pero ya la veía. Era una especie de sustancia poco densa y de color blanquecino, que flotaba en el aire que con mis restados pasos se fue diluyendo hasta desaparecer completamente. Ahora solo quedaba la oscuridad de la noche acompañada por aquellos filos hilos de luz, que habían cambiado de intensidad, pero que seguían iluminando las caras de las estatuas y dándoles esa faz demoníaca. Sin saber porque, un arrebato de miedo surgió en mi alma haciendome encender la linterna y salir corriendo de ese pasillo. Llegué a mi habitación y me lancé a la cama para descansar de la experiencia.

 

Al día siguiente ya me encontraba mucho mejor pero seguía pensando en lo pasado la noche anterior y mi corazón se seguía sobrecogiendo al recordar las caras de las estatuas. Sus rasgos faciales eran acentuados, tenían la barbilla puntiaguda y los ojos en un tono agonizante, cuyas pupilas parecían las de un loco en éxtasis.

 

No me atreví a intentarlo esa misma noche, si no que decidí esperar a la noche siguiente para aventurarme en la escalera. Mi impaciencia porque llegase la noche siguiente contrastaba profundamente con el terror que días antes carcomía mi espíritu. Tenía una gran curiosidad pero una ráfaga de intuición me indicaba que en estos fenómenos había algo que yo ya conocía pero no recordaba. En este instante me vinieron a la mente, por segunda vez, imágenes de las terroríficas caras de las estatuas, haciendome creer que eran las propias estatuas las que se introducían en mi subconsciente para aterrarme, o quizas, fuesen ellas mismas las que provocaban los ruidos en mitad de la noche y hacían levitar algunos objetos. Seguramente querrían aterrorizarme para quedarse ellas solas con la casa. ¡Querrían ocupar cada una de las habitaciones con sus diabólicas presencias y aterrorizandome pretendían cumplir con su cometido! Fuera como fuese, no podía permitirlo y esa misma noche desplacé uno de los sillones al recibidor; sin preocupaciones llevé, de nuevo, unas velas y me senté en dirección a la escalera con la mirada desafiante.

 

Pasaron las horas y me quedé dormido. Los largos ratos de silencio me sumieron en lo inevitable y más esperado, el sueño. De pronto, algo extraño me despertó en mitad de la noche. Era un ruido seco, pero lo suficientemente fuerte como para hacer que me despertara. Mientras me ponía en pié, con la mirada fija en un punto de la escalera, un vapor blanquecino que parecía proceder de todas las estancias circundantes, formó en uno de los rellanos un montoncito, que a medida que pasaban los segundos iba vislumbrando lo que parecía ser la cara de una persona. Era muy bella, pero aún le quedaban los ojos y la boca. Cuando estos se formaron, el terrormás absoluto invadió mi alma. Di dos pasos atrás, rápidamente, y tropecé con el sillón cayendo de espaldas. Esa cara, esa cara...¡Era la de mi difunta esposa! ¿Qué hace aquí mi esposa? ¿¡Qué podría querer de mí!?

 

Sin que pasasen más de dos segundos, tirado todavía en el suelo, rompí a llorar y recordé por primera vez desde aquel día lo que había sucedido entre nosotros. Le confesé entre lágrimas lo que hice y le dí explicaciones más que suficientes para que me perdonase, pero yo sabía bien que lo que hice era imperdonable.

 

Mi esposa solía cada noche, debido a su sonambulismo, dar paseos por casa , y especialmente, por la escalera porque según ella estaba maldita y necesitaba ser bendecida. Pese a sus advertencias, no me la tomé en serio y seguí viviendo tranquilamente sin prestarle atención. Su grado de obsesión llegó a límites insospechados y la llevé a un psiquiatra, pero no consiguió curarla y su problema nocturno se convirtió en, también, diurno. Una noche llegué a casa completamente borracho y la ví ahí , dando vueltas por la escalera en plena apoteosis sonanbulista, cuando en un arrebato de ira y sin pensarlo dos veces... La maté

 

 

 

La Cancion de Hypno

 

 

Casi todos conoceremos a Drowzee, un Pokémon carismatico y alegre. Si bien, si conocemos a Drowzee, También conoceremos su evolución. Hypno.

 

Hypno ha sido visto en capitulos de Pokémon y juegos de este. Uno de los sucesos mas recordados de este Pokémon es el caso de Pedrita.

Una niña de Isla Secunda, En Pokémon Rojo fuego/Verde hoja, Al llegar por primera vez a esa isla, el padre de esta nos pedira desesperadamente que busquemos a su hija en isla tera.

Una ves que llegamos. Nos dirigimos a Bosque Balla.

Sin mencionar de que encontramos varios Drowzee en el, Al llegar al ultimo lugar del bosque, vemos a Pedrita, Cuando hablamos con ella, esta estara llorando, y nos contara de un Pokémon que la asusto mucho. Al instante que termina de hablar, un Hypno sale de la hierba y tienes que pelear. (Como yo ya sabia esta historia grite: LOS NIÑOS NO!!!! xD y lo capture.) Lo mas curioso de esto, es que su padre nos dice al principio, que todo el tiempo va a buscar ballas al bosque. Como es posible que esta se pierda al conocer bien el camino?... Acaso Hypno la Hipnotiso para Abusar de ella?

 

He aqui una canción, supuestamente la canción de hypno: Hypno's Lullaby

 

“Come little children, come with me

Safe and happy, you will be

Away from you’re homes, now let us run

With Hypno, you’ll have so much fun

 

Oh, little children, please don’t cry

Hypno wouldn’t hurt a fly

Be free, be free, be free, to play

Come down in my cave with me to stay

 

Oh little children, please don’t squirm

Those ropes, I know, will hold you firm

Hypno tells you this is true

But sadly, Hypno lied to you

 

Oh little children, you musn’t leave

Your families for you will grieve

Their minds will unravel at the seams

Allowing me to haunt their dreams

 

But surely, all of you must know

That it is time for you to go

Oh little children, you weren’t clever

Now you shall stay with me forever.”

 

Aqui en español:

La Canción de Hypno:

 

"Vengan, pequeños niños, vengan conmigo.

Seguros y felices estarán.

Lejos de sus casas, ahora déjennos correr.

Con Hypno tendrán mucha diversión.

 

Oh, pequeños niños, por favor no lloren.

Hypno no mataría a una mosca.

Sé libre, sé libre, sé libre para jugar.

Ven a mi cueva, quédate aquí.

 

Oh, pequeños niños, por favor no se muevan.

Estas cuerdas, lo sé, los sujetarán con fuerza.

Hypno te dice que esto es real.

Pero tristemente, Hypno te ha mentido.

 

Oh, pequeños niños, no podrán irse.

Sus familias los llorarán.

Sus mentes se abrirán.

Permitiéndome embrujar sus sueños.

 

Pero seguro, todos deben saber

que es tiempo de irse.

Oh, pequeños niños, no fueron listos,

ahora se quedarán aquí por siempre."

 

La polemica camiseta:

Hace unos años, Pokémon estreno una serie de camisetas para adultos.

Lo curioso de una es que decia, Sleeper 097/Hipnotisador 097 y tenia una imagen de Hypno, llevando de la mano a una niña, y esta niña agarrando la mano de un niño. Busquen en google Sleeper 097 y la veran

 

el secuestro de niños en el anime:

en el episodio 27 de la primera temporada apparese hypno i drowzee,en ese episodio ash i sus amigos desvelan un grande misterio que abbia en una ciudad.

el misterio fue que una grande cantidad de niños abbian desaparecido por tres dias i a la fin se descubre que el que causo esto fue hypno.

 

No se sabe bien si este Pokémon abusa de niños, quizas es una naturaleza propia, como la de Snorlax, La de comer y dormir, O la de los Mankeys, Pelear hasta el final. Yo les digo Saquen sus conclusiones.

 

 

 

si las encuentran fomes :xuncoco:

Edited by Dark-ones
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Los recuerdos

 

Por los años 70 hasta este año, ha habido una serie de asesinatos sin explicación. Los más brutales de estos han llegado a destruir pueblos o barrios completamente. Nadie sabe quien esta detrás de estas muertes, pero, resulta que en mi carrera como agente del FBI, estos casos, cuando son demasiado controversiales, se deben hacer privados y acallar a toda fuente que intente hacerlos publicos, pero no puedo soportar más, necesito develarles cosas que yo sé y que me ha contado gente involucrada, hay 100 piezas evidencia en lugares deshabitados, esto lo se yo, otra persona y usted, lector. Aquí van las 100 evidencias.

 

Igual que los holder estas historias.

 

Evidencia 1/100, La tienda abandonada

 

 

Para conseguir hacer esto, vaya cualquier día de diciembre a la estación de buses, colectivos, ómnibus, etc., donde lleguen vacios. Súbete se el primero que llegue, al subir, agarre cualquier cosa que sea electrónica y ocúltela o directamente no lleve aparatos electrónicos, se lo recomiendo. Usted se sentirá cansado, con mucho sueño, espere 3 minutos o un poco mas y luego duérmase. Cuando se despierte no habrá nadie dentro del vehículo, bájese, estarás en una especie de barrio abandonado, no habrá nadie allí, no busque o se perderá de su objetivo. Si siente que no está listo para esto, regrese al bus y grite que usted tiene miedo, despertara de un golpe con el bus en marcha. Si estás listo recorre el barrio, si entras en las casas, observaras que tienen aun elementos, fotos de familiares, etc. si sigues encontraras un lugar que parece que ni siquiera cuando había gente en el barrio pasaba alguien. veras una tienda, este es el lugar donde te dije que fueras, ahora ve hacia la tienda, abre la puerta, no hay nadie, como en todo el barrio, habrá objetos de los 70 los 80 y los 90,no tomes ni toques nada. toca la campanilla que está situada donde estaría el vendedor, tócala y espera unos 3 segundos, aquí es cuando debes prestar atención a todo, si se escucha una voz que te dice que te largues del barrio, sal corriendo de allí, busca el bus y duerme, no te gustara saber qué pasa si te quedas. Si la voz dice:"gracias por hacerme esperar" se abrirá una cortina y saldrá una viejita, te pedirá que la acompañes, hazlo. Te encontraras en una especie de sala de cine, está bien cuidada pero muy obscura. Espera allí, si las luces permanecen apagadas, sal de allí y has lo mismo que en el paso anterior. Si las luces se prenden la viejita te dará un vaso con jugo, no lo bebas. Se apagaran de nuevo las luces e iniciara una pelicula, ya no hay vuelta atrás. veras la historia de ese barrio y porque esta deshabitado, se te hará una pregunta:"¿porque viniste aquí?",respóndele con:"a saber quien los mato" la señora te sacara del cinema y agarrara de las estanterías una especie de muñeco con 1 botella en el cuello, toma al muñeco y bebe el jugo que te dio en el cine, luego debes dormir, te despertaras en el transporte con el muñeco en la mano, bájate y estarás a 3 cuadras de tu casa. Eso que tiene el muñeco alli, en el cuello, es un liquido con las memorias de gente de los años 70 de ese barrio, si lo bebes vivirás sus recuerdos en tus sueños.

 

 

 

Evidencia 2/100, La primera bruja

 

 

 

Ve a cualquier lugar donde vendan joyas cualquier día y año, menos el 22 de febrero. Pregúntales a los trabajadores sobre la joya que almacena los sentimientos de una joven dama, si se ponen medio sentimentales, los trabajadores, escribirán algo en un papel, págales $ 3.34 exacto y vete. En el papel habrá una dirección, ve hacia el lugar que indica el papel. Te encontraras en un terreno baldío en el que, alguna parte de la basura, se encontrara una puerta color negro. Toca 3 veces en la puerta, si escuchas a una especie de hechizo o maldición, sal de allí inmediatamente. Si escuchas a la voz de una niña llorando, entra, te encontraras frente a una chica de 14 o 15 años, más o menos. Será la chica más hermosa que jamás hayas visto. No te distraigas en su preciosa cara, distráete en su precioso cuello, tendrá un collar con pequeñas gemas en el cuello, dile que te diste cuenta de su hermoso collar. Ella te hará 5 preguntas sobre situaciones que pueden pasar en tu vida, medirá tu honestidad y moralidad. Si te pone una cara de enfado porque tu moralidad no es suficiente, lamento decirte que tú eres hombre muerto.

Si sonríe, ella te contara sobre lo bien que lo pasaba con sus amigas, de cómo se divertían jugando a las brujitas, desde el inicio hasta el asesinato de estas. Cuando termine de explicar, ella recitara un hechizo:"periperanperolinperopu" cuando ella termine, repítelo con suma perfección, de lo contrario, permanecerás atrapado en su collar. Si lo recitaste correctamente, su collar se desprenderá y caerá de rodillas mientras da su último aliento:"gracias" será la palabra que oirás, le haz concedido su descanso, esa gema contiene los recuerdos de esa chica, recita el hechizo con el collar y prepárate para ver su felicidad y sufrimiento.

 

 

 

 

Evidencia 3/100, El músico

 

 

En cualquier día al final de clases, ve a cualquier estación de buses o colectivos, te recomiendo que lleves algún instrumento, súbete a uno y cierra los ojos mientras cantas alguna canción que te haya gustado mucho. Cuando termines, abre los ojos, si la has recitado de forma incorrecta estarás perdido porque te has distraído en el bus, suerte con llegar a tu casa. Si lo has hecho bien, el bus se detendrá, bájate y se ira. Estarás en un campo desolado, camina derecho por un solo camino, tardaras unos minutos hasta que llegues a una especie de pueblo abandonado, es pequeño y tiene una tienda y un hospital, ve hacia donde haya una especie de teatro. Una vez allí grita:"sal a escena gran músico". Si sale un cadáver con un instrumento pregúntale:"¿puede usted tocar la canción del asesino?" tocara una canción terriblemente fea, sopórtala, querrás salir corriendo, si lo haces, tu tímpanos se destruirán y morirás. Si soportaste, apláudele o te tocara una canción que te asesinara, una vez que termines el aplauso te dará el permiso para subir al escenario, te dará una hoja sobre una mesa, toca la canción que te dio, por esto te dije que trajeras un instrumento, una vez que termines el te aplaudirá y desaparecerá, caerás dormido. Despertaras en tu cama con un rollo de papel en la mano, abrelo, esta hoja tendrá una pieza musical que contienen los recuerdos de ese pueblo, si tocas la canción veras los recuerdos de aquel músico en ese pueblo, veras como fue asesinado y escucharas la ultima canción que compuso.

 

Edited by Dark-ones
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